Dos semanas han pasado desde que un grupo de estudiantes fue tiroteado por la policía municipalidad de Iguala en el estado mexicano de Guerrero, cobrando el saldo de dos muertos y 43 jóvenes desaparecidos. Lo que se conoce del episodio fue declarado por los estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa, que lograron escapar y que aseguran que la última vez que vieron a sus 43 compañeros, éstos estaban siendo detenidos por el cuerpo policial de Iguala.
El alcalde y su esposa, además del cartel de los Guerreros Unidos y la policía municipal son los principales sospechosos vinculados al confuso incidente que está lejos de ser aclarado por la tardía reacción de las autoridades para iniciar una investigación.
POLICÍA MUNICIPAL
Efectivos de la policía municipal de Igual fueron quienes arremetieron contra los estudiantes que hicieron escala en la ciudad para recaudar fondos para su escuela, según señala el testimonio de los sobrevivientes del tiroteo. Del total de 34 detenido, unos 26 son policías locales, quienes confesaron haber matado al menos a 17 estudiantes y señalaron que los cuerpos de los chicos se encuentran en las fosas que se encontraron el fin de semana con 28 cuerpos calcinados.
Tras ello, el cuerpo policial fue desarmado y se está evaluando la confiabilidad de cada agente, por lo que fue la gendarmería nacional, una nueva división de la policía federal, la que llegó a la localidad para hacerse cargo de la investigación.
GUERREROS UNIDOS
Pero la policía no habría actuado sola en el tiroteo contra los estudiantes, sino con la ayuda del mini cártel de los Guerreros Unidos con la que estaba coludida. La organización nacida de la escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva es liderada por "El Chucky", del que solo se conoce su apodo. Este capo, es quien presuntamente ordenó la captura y asesinato de al menos 17 estudiantes de los 43 desaparecidos, según informa France Press. A parte del tráfico de amapola y marihuana el este grupo también se dedica a los secuestros y extorsión.
ALCALDE Y SU ESPOSA
Si bien la policía y los narcos, son los principales sindicados como los autores materiales de la muerte de los tres estudiantes muertos, los 26 heridos y los 43 desaparecidos, el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y sus esposa María de Los Ángeles Pineda, -quienes se encuentran prófugos- han sido señalados como los autores intelectuales. El alcalde fue acusado por el fiscal general mexicano Jesús Murillo Karam de haber actuado por omisión, ya que según las versiones que circulan, él habría estado en una fiesta bailando al momento de registrarse la balacera contra los estudiantes y no hizo nada al respecto. Otra de la hipótesis que circulan es que la esposa del alcalde, habría enviado a la policía contra los jóvenes para que no interrumpieran un discurso que ella daría esa noche, lo que explicaría en parte el verdadero móvil del crimen.