La amargura de la derrota ante Paraguay aún persiste en la Selección. Lo mismo ocurre con el recuerdo del partido ante Ecuador, en la altura de Quito. Ambas fueron las peores presentaciones de la Roja en estas Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, en las que, coincidentemente, cayó por 3-0.

El presionado técnico Juan Antonio Pizzi no quiere que se repitan en La Paz, ante Bolivia, los mismos errores cometidos ante la Albirroja, el jueves pasado, y ante el conjunto de Gustavo Quinteros, en octubre de 2016. Se trata de un partido clave para la clasificación. Un resultado que no sea un triunfo complicará demasiado las aspiraciones nacionales.

Macanudo tiene identificadas las fortalezas altiplánicas. Hay respeto, señalan. Los últimos partidos los verdes han sido duros y ahora estarán acicateados por el fallo del TAS a favor de Chile debido a la mala inscripción de Nelson Cabrera.

Desde la Roja se apuran en señalar que la altura no ha sido tema. Para esta ocasión se descartaron las cámaras hiperbáricas como también llevar oxígeno al estadio Hernando Siles. En general, estos dos días que suma el grupo adaptándose en la Segunda Región han sido positivos.

El cuerpo técnico ha sostenido varias charlas individuales con Díaz, para transmitirle confianza después de su fatal error ante Alemania en la final de la Copa Confederaciones.

El discurso de Pizzi ha estado centrado en otros aspectos. Por ejemplo, los remates de larga distancia, de los que suele abusar -aunque con buenos resultados- el equipo local. Debido a los 3.400 metros sobre el nivel del mar que tiene La Paz el balón corre mucho más rápido que en el llano.

Por eso, el mensaje es impedir que los pupilos de Mauricio Soria disparen desde fuera del área. Uno de los mayores peligros en ese sentido es Marcelo Moreno Martins. En los apuntes del DT del bicampéon de la Copa América se destaca que suele aguantar el balón cerca del área, para arrastrar marcas, girarse y ceder a un rematador. También están Pablo Escobar y Alejandro Chumacero. El DT ya puso la alerta sobre el potencial de estos dos jugadores.

En cuanto a los defensas altiplánicos, en Chile tiene claro que les cuesta en la marca y acostumbran dejar espacios, sobre todo cuando son locales y van en búsqueda del resultado y el protagonismo.

Este recurso se da vuelta, porque Pizzi ha enfatizado a su plantel que tiene que atreverse a rematar de larga distancia, ya que es una herramienta que no explotan y que puede terminar con la sequía goleadora. De hecho, gran parte del entrenamiento del sábado y de ayer lo dedicó exclusivamente a lanzar desde lejos, para además ir acostumbrando a Claudio Bravo para lo que hallará en La Paz.

En la Roja tienen claro que el colista de las Eliminatorias planteará un partido de mucha velocidad, de largos trayectos y pelotazos. "Estamos jugando por entrar al Mundial y por ende debemos enfrentar el partido muy concentrados. Bolivia no juega por nada y quieren ganarnos. Es una rivalidad importante que tenemos con ellos. Esperamos hacernos fuertes para sacar los tres puntos ante Bolivia. Esta selección se basa en lo colectivo. Sabemos lo fuerte que somos como grupo y esperamos serlo el martes", agregó Díaz.

Eso sí, no se mostró muy de acuerdo con variar el 4-3-3 tradicional de la Roja y utilizar el 4-4-2 con el que se perdió en Quito, que, según lo que ensayó Pizzi ayer en el estadio Zorros del Desierto. "Variar nuestra forma de juego no es conveniente. En Quito cambiamos y no jugamos bien. Con el esquema que utilicemos, debemos ir a ganar sí o sí a La Paz", aseguró.

Pese a los difíciles encuentros de Chile con los altiplánicos en territorio nacional, el Tanque apela a los dos últimos partidos de visita. "Dependemos de nosotros para clasificar al Mundial, veo al grupo muy motivado y con ganas de jugar el partido. Últimamente nos ha ido bien allá y esperamos conseguir los tres puntos", concluyó.