El tiroteo de este domingo en una discoteca gay de Orlando (Florida), es el más letal de la historia de Estados Unidos. Con al menos 50 muertos y 53 heridos, el ataque ejecutado por Omar Mateen (29), ciudadano estadounidense de origen afgano, conmocionó al mundo.
Sin embargo, este tipo de masacres están lejos de ser una novedad en suelo norteamericano. Durante los últimos 25 años, el uso indiscriminado de armas y la violencia han cobrado a numerosas víctimas a lo largo de las distintas zonas del país.
A continuación, un recuento de las crímenes más sangrientos del tipo en el país.
LA MASACRE DE VIRGINIA TECH
Ocurrida el 16 de abril del 2007.
Un estudiante de 23 años de origen coreano mata a 32 personas antes de dispararse él en el campus de la Universidad de Virginia Tech en Blacksburg, en el estado de Virgina (este).
LA MATANZA DE CONNECTICUT
Ocurrida el 14 de diciembre del 2012.
Un joven mata 26 personas, entre ellos 20 niños, en la escuela de Sandy Hook en Newtown (Connecticut, noreste), antes de suicidarse.
El TIROTEO DE LUBY
Ocurrido el 16 de octubre de 1991.
Un hombre mata 22 personas en un restaurante de Killeen (Texas sur) y hiere a otros 20 antes de propinarse un disparo.
LA MASACRE DE SAN BERNARDINO
Ocurrida el 2 de diciembre del 2015.
Dos islamistas radicales de origen pakistaní abren fuego en un almuerzo de Navidad en San Bernardino (California oeste) dejando 14 muertos y 22 heridos.
OTROS TIROTEOS QUE MARCARON LA HISTORIA
COLUMBINE
El 20 de abril de 1999, en Littleton (Colorado oeste), dos estudiantes abren fuego en la escuela de Columbine y matan 12 estudiantes, un profesor y dejan 24 personas heridas. Los dos asesinos se suicidaron en el sitio de la masacre.
AURORA
El 20 de julio de 2012, un joven fuertemente armado irrumpe en el cine de Aurora (Colorado oeste) y abre fuego al público en una función de medianoche de la película Batman, dejando 12 muertos y 70 heridos. El autor de la masacre, James Holmes, fue condenado en agosto de 2015 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad.
FORT HOOD
El 5 de noviembre de 2009, un psiquiatra militar de origen palestino desata el más grave tiroteo en una base militar estadounidense, matando 13 personas e hiriendo a otras 42 en Fort Hood (Texas sur) antes de ser herido y reducido.