Los traspiés de Obras Públicas con la construcción y demolición de puentes en Chile

El problema de construcción en el Puente Cau Cau, el primer basculante en el país, recuerda las anteriores fallas que ha tenido que enfrentar el Ministerio de Obras Públicas. Según las declaraciones de la titular de la cartera, Loreto Silva, sólo es un problema con la cubierta del tablero y no errores estructurales en el puente.

La empresa responsable de la construcción del puente, la española Azvi, comenzó la etapa de instalación de los brazos en noviembre de 2013, pero hace una semana la Seremi de Obras Públicas recibió un informe sobre el problema en el proyecto emblmático para Valdivia, los brazos estaban al revés y las pistas de la ciclovía no calzaban.

Sin embargo, este no es el primer traspié que tiene la cartera con los puentes en el país. En marzo de 2009 el entonces ministro de OO. PP., Sergio Bitar, autorizó la demolición del Puente Huaquén, para comenzar la construcción de uno nuevo de 84 metros. La obra ubicada en el kilómetro 171 de la Ruta 5 Norte, en el tramo que une Santiago y Los Vilos fue dinamitado, pero al momento de caer, el puente quedó en pie.

Bitar determinó que todo fue un error de cálculo respecto a los explosivos situados en el puente y debió reprogramar la demolición para dos semanas después. Finalmente, el 20 de marzo de 2009, el Puente Huanquén cayó, no sin críticas al Ministerio.

Cinco años antes del problema con la demolición en la Ruta 5 Norte el Puente Loncomilla, ubicado entre San Javier y Constitución en la Región del Maule, se vino abajo por fatiga de material. El 18 de noviembre de 2004, el puente que unía estás ciudades no resistió los autos que pasaban en ese momento y se precipitó en el río. El accidente tuvo dos víctimas que fueron indemnizadas por el Fisco luego del fallo de la Corte Suprema.

El informe que estudió la caída del puente reveló el sobrepeso por parte de camiones y malas reparaciones en la construcción como las causas principales del problema.