Será rápido y quizá no se de cuenta lo que ocurrió. "Messenger", sonda que fue lanzada en 2004 y arribó a la órbita de Mercurio en 2011, caerá este jueves a una velocidad de cuatro kilómetros por segundo para dejar un cráter de 16 metros de diámetro, poniendo fin a 20 mil kilómetros de viaje espacial.
Recordemos que tras "Mariner 10", quien a principios de los años '70 fue la primera en acercarse al planeta más cercano al Sol, tuvieron que pasar 30 años para que una nave pudiese enfrentar el mismo destino. "Messenger" (acrónimo de MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging, o Superficie, Ambiente Espacial, Geoquímica y Medición de Mercurio) llegó con el objetivo de dar una sola vuelta alrededor de un planeta que posee el tamaño aproximado a la Luna, extendiendo posteriormente su misión por cuatro años más.
En su arribo a Mercurio, la sonda encontró un planeta hostil, con una superficie repleta de cráteres debido al bombardeo de meteoritos, temperaturas de 400°C en el día y -200°C en la noche, y un día compuesto por 88 días terrestres. Aún así, pudo llevar a cabo su trabajo, descubriendo en su estadía una fuerte actividad volcánica, indicios de agua, escasez de hierro en su superficie y dando a conocer zonas aún desconocidas del planeta. Su mayor aproximación al planeta fue de 200 kilómetros.
El legado de la sonda de cuatro años de operaciones, deja 250 mil imágenes y 10 terabytes de datos por analizar.
La Nasa tendrá contacto con la sonda por diez minutos antes que se estrelle en Mercurio, en una cara oculta para la Tierra.