La palabra desazón quizás no es suficiente para describir lo que se vivió dentro del camarín de Universidad Católica.
Con la derrota ya consumada ante O'Higgins, la mayoría de los jugadores prefirió el silencio dentro del vestuario.
"Hubo 20 minutos eternos, en que sólo hubo llantos. Fue una escena muy dura", aseguró un testigo de la situación.
Martín Lasarte y su cuerpo técnico sólo miraron. Nadie dijo nada.
De pronto, Fernando Cordero se levantó y uno por uno abrazó a sus compañeros, intentando darles ánimo. Milovan Mirosevic y Rodrigo Valenzuela, dos de los referentes del plantel, intentaron alentar, pero fue infructuoso.
Sin embargo, el más afectado, por lejos, era Cristián Alvarez.
Cuando el "Chiqui" quiso hablarle, el "Huaso" ni siquiera lo miró. El defensor seguía desconsolado.
De hecho, a las 23.15, casi dos horas después de terminada la final, Alvarez abandonó el camarín todavía llorando, cuando ya todos sus compañeros habían salido hace largo rato y ni se inmutó con los aplausos de los hinchas que aún esperaban por la salida de los jugadores de la precordillera.
"¿Cómo hacemos para seguir adelante si hemos perdido dos campeonatos? Es muy duro...Se hace muy difícil. Lo único que queda es ganar los partidos que restan. Hay que salir adelante, como sea", dijo el atacante Ismael Sosa.
Por su parte, Milovan Mirosevic, afirmó que "es súmamente difícil estar acá dando la cara. Nos sentimos responsables de todo lo que pasó. Lamentablemente, no nos queda otra que seguir peleando como siempre".
El resto de los jugadores del plantel decidió refugiarse en el silencio.
Lasarte insultado
Una tensa situación se generó cuando Martín Lasarte abandonó el estadio.
Pese a que el montevideano no tomó atención a los insultos de los hinchas, Rodolfo Neme, su ayudante, se devolvió e intentó agredir a quienes le gritaban.El uruguayo no salió por el mismo lugar que los jugadores y fue encaminado por la puerta 8 del estadio, lugar donde se encontró con fanáticos cruzados que, al verlo, comenzaron a insultarlo. "Ratón, ándate", fue lo más suave que le dijeron.
La situación alcanzó a generar inquietud entre los que estaban ahí, pero los guardias del estadio lograron intervenir para evitar un incidente mayor.
A levantarse rápido
El plantel de Católica deberá levantarse de la manera más veloz posible. El viernes deben enfrentar como visitantes a Deportes Iquique en el arranque de la liguilla.
El presidente de Cruzados, Jaime Estévez, quien junto a Luis Felipe Gazitúa, vicepresidente de la entidad, y el director Juan Tagle, acompañaron al plantel en el vestuario, dijo que "mañana (hoy), en frío, analizaremos todo. Es un golpe duro, pero este no es momento de balances".