El base Stephen Curry volvió a ser la gran figura de los Warriors de Golden State que se impusieron 99-98 a los Rockets de Houston en el segundo partido de las finales de la Conferencia Oeste que ahora dominan por 2-0.

La serie al mejor de siete continúa el sábado con el tercer partido y el escenario será el Toyota Center, de Houston.

Curry protagonizó un gran duelo individual con el escolta James Harden, de los Rockets, al igual que habían hecho durante toda la temporada por el premio de Jugador Más Valioso (MVP) y al final no lo pudo superar en puntos, a pesar que anotó 33, líder del equipo.

Pero si protagonizó con su compañero Klay Thompson la jugada defensiva de doble equipo que impidió a Harden y a los Rockets hacer el último tiro que les hubiese dado la posibilidad de completar una remontada de 17 puntos que estuvieron abajo en el marcador en el segundo cuarto.

Harden, en su línea de extremos, hizo las jugadas más brillantes de la noche, pero también falló en el momento decisivo con una perdida de balón sin sentido, cuando el tiempo expiraba.

Mientras los jugadores de los Warriors y los 19.596 espectadores que llenaban el Oracle Arena, de Oakland, celebraban con delirio el triunfo, el sexto (6-0) que ha tenido el equipo de Golden State esta temporada contra los Rockets, que no ganan a Golden State desde el 13 de diciembre del 2013, Harden, golpeaba todo lo que encontraba en su trayecto a los vestuarios.