"Los dirigentes de Cruzados SADP son directamente responsables de la crisis del club. Son ellos quieren eligen al cuerpo técnico y contratan jugadores".
Las palabras de Yuksu Ramos, líder de los accionistas minoritarios de Universidad Católica, reflejan la molestia de los hinchas con la sociedad anónima que maneja los destinos del club.
Desde fines de 2009, cuando se creó la S.A, hasta la fecha, la UC ha ganado dos títulos: el Torneo 2010 y la Copa Chile en 2011. En este período, además, a San Carlos llegaron 40 refuerzos y han desfilado siete entrenadores, la mayoría sin éxito.
"Se ha invertido poco y los dirigentes han entrado en un círculo vicioso que ha sido imposible salir. Hay que cambiar las formas en que se han hecho las cosas", aporta el economista Juan Pablo Swett, sobrino del ex presidente del club, Alfonso.
Los dardos apuntan principalmente a la gestión del gerente deportivo José María Buljubasich. El Tati fue el que le dijo a la directiva que esperaran seis meses para fichar a Eduardo Berizzo, de quien es amigo. Hoy, el Toto dirige al Celta de Vigo y cuando le dijo su negativa a la UC, estos no tenían un plan B.
Igualmente, el ex arquero, que mensualmente gana ocho millones de pesos líquidos, le habría asegurado a su círculo cercano que está meditando la renuncia.
La fría relación que lleva con el técnico Julio César Falcioni (ver página 78) sería uno de los motivos para dar un paso al costado.
"La crisis es culpa de todos: de jugadores, dirigentes y entrenadores", reconoció ayer Stefano Magnasco.
Respaldan a Falcioni
En mayo, Falcioni firmó su contrato con la UC por un año a cambio de US$ 850 mil. O sea, mensualmente el DT y su staff técnico se embolsan 40 millones de pesos. Ello es uno de los motivos por los cuales Cruzados no piensa despedirlo. Su cese conllevaría una indemnización de 360 millones de pesos por los nueve meses que le restan de vínculo.