Fue magnetismo puro. A comienzos de 1967, Loyola Guzmán tenía 24 años, militaba en las Juventudes Comunistas en Bolivia y emprendió un largo viaje hacia la inhóspita zona de Ñancahuazú para conocer en persona al líder de una guerrilla de la que quería formar parte. Se trataba, nada menos, que del mismísimo Ernesto Che Guevara. Su diálogo con él -apoyados en un árbol mientras Guevara fumaba su pipa- convenció a esta joven activista que la lucha armada era necesaria "para construir una sociedad diferente".
"Loyola será la encargada del control de finanzas (...). Loyola me hizo muy buena impresión. Es muy joven y suave, pero se le nota una cabal determinación", escribió el Che en su diario. Pero en septiembre del 67 fue detenida, tras lo cual protagonizó uno de los momentos más dramáticos de la historia de Guevara en Bolivia: en pleno interrogatorio se arrojó desde lo alto del Ministerio del Interior, en una acción desesperada. En 1970 fue liberada y ha dedicado su vida a la defensa de los DD.HH. Hoy tiene 75 años y conversó con La Tercera a propósito de los 50 años de la muerte del Che.
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Loyola Guzmán en la actualidad.[/caption]
¿Cómo se enteró usted de la captura del Che el 8 de octubre de 1967 y qué labores ejercía en ese momento?
Yo fui detenida en septiembre y estaba en la Cárcel de Mujeres de la zona de Obrajes en La Paz. Aunque ya había sido acusada por un fiscal y declarado ante una juez que me mandó a la cárcel tenía restricciones. Por eso fue una mujer detenida por delitos comunes, que me dejó en el baño el periódico Presencia donde estaba la fotografía del Che Guevara y no pude dudar de su muerte.
¿Cree que al Che lo dejaron solo?
Hay una versión que señala que Fidel Castro alejó al Che de Cuba y lo abandonó. El Che creyó conveniente iniciar su proyecto de lucha continental en Bolivia y para ello contó con el apoyo y adhesión de muchos compañeros. No estuvo solo, prueba de ello es que su propuesta fue apoyada por militantes de organizaciones comunistas y revolucionarias de Cuba, Bolivia y Perú.
¿La guerrilla del Che mantenía contacto con la red urbana en los días previos a su captura?
Lamentablemente a fines de marzo se cortó la comunicación entre la red urbana y la zona guerrillera y no se pudo hacer contacto.
¿Contaba usted y la guerrilla con el personal y los materiales adecuados para llevar a cabo su propósito?
Al no contar con el apoyo del Partido Comunista, comenzamos a construir en La Paz la red urbana que contaba con dos decenas de militantes. En el transcurso de los meses logramos contactos en Cochabamba, Oruro. No pudimos concretar el trabajo con los mineros, ya que el gobierno de Barrientos intervino una mina con el Ejército y se produjo la ''Masacre de San Juan'' el 24 de junio. Es importante recordar que los mineros decidieron aportar con el sueldo de un día a la guerrilla. En la zona de la guerrilla los enfrentamientos armados continuaron muy rápido y no pudimos retomar el contacto. El gobierno recibió apoyo de Estados Unidos que mandó a los boinas verdes que combatían a los guerrilleros en Vietnam, y agentes de la CIA. Los militares descubrieron las cuevas donde se guardaban documentos, medicinas, alimentos y ese fue un duro golpe a la columna guerrillera.
¿Cómo valora usted la figura del Che a 50 años de su muerte?
Paradójicamente a partir del momento de su ejecución comenzó a vivir para siempre. Quedó eternamente joven. Para mí lo más importante de "Ramón", nombre boliviano del Che, es su ejemplo de coherencia entre lo que decía y lo que hacía, su solidaridad y sacrificio.