"Sueño con jugar un Mundial por Chile". Ésa era la sincera confesión que Luciano Cabral, 21 años, le hacía a La Tercera en septiembre pasado. Hoy, sin embargo, la realidad del jugador argentino que se nacionalizó chileno es diametralmente opuesta y su foco está muy lejos de la cancha: un confuso hecho que aún se investiga terminó con el futbolista y su padre encarcelados por su presunta participación en un asesinato. Esa investigación sigue en curso y por ahora lo mantiene privado de libertad en la carcel de San Rafael, en Mendoza. Su abogado cuenta que es posible que la próxima semana tengan respuesta a la apelación que pretende al menos sacarlo de prisión mientras el juez tome la decisión final.

Desde ahí y luego de solicitar varios permisos, Cabral acepta el diálogo con La Tercera, donde entrega detalles de esa fatídica noche, además de lamentar todo lo que se está perdiendo, incluido los primeros meses de vida de su hija. Es, sin dudas, lo que más le duele. Y quizás por eso las lágrimas se hacen presentes en la conversación. La voz quebrada también es una constante. A Cabral se le nota triste. Y aquí, en primera persona, su versión y su sueño de libertad.

¿Cuáles son sus sensaciones tras este mes que ha pasado en prisión?

Un poco de todo. Rabia a ratos, pero la verdad es que yo trato de no perder la fe y pensar positivo, tratar de pensar en que todo va a salir bien, que se va a resolver bien. Que esto pronto va a terminar.

Es de imaginar que nada de esto pasaba por su cabeza tras una inicio ascendente de carrera.

No, nada, es feo, es muy triste. Sólo espero que haber vivido una cosa como esto me dará fuerza, que luego va a ser parte de un mal recuerdo, sólo un momento tan feo.

Será un recuerdo feo, como usted lo cataloga...

Sí, claro que lo será. Seguramente algo de lo que uno no se va a olvidar más. Pero trataré de borrarlo haciendo lo que mas me gusta, que es el jugar al fútbol.

Usted apenas tiene 21 años. ¿Es muy duro lo que le ha tocado vivir?

Sí,es demasiado duro, no se lo deseo a nadie. Más encima mi papá también está en las mismas... Es durísimo.

¿Qué es lo más duro de estar en prisión?

Estar metido aquí y no afuera, entrenando, haciendo otras cosas. No ver a mi papá. No poder estar con mi hija, que apenas tiene algunos meses de vida. No poder disfrutarla como corresponde me tiene mal (se quiebra por primera vez).

¿Cuál es su mea culpa y su versión de lo que ocurrió esa noche?

Lo he dicho: no me encontraba en el lugar ni hice nada de lo que se ha dicho. Estaba durmiendo. No llegué al lugar. Ni cerca estuve. Sólo fui a buscar a mi papá y cuando lo encontré ya todo había sucedido.

¿Insiste en su inocencia?

Sí, desde el principio.

¿Cuánto cree que esto afectará su carrera?

Sinceramente creo que al ciento por ciento es una cosa muy fea. Porque esto no se sabrá sólo acá... en todo el mundo. Yo creo que cualquier equipo no me abrirá las puertas por todo lo que se ha dicho sobre esta situación.

Justamente, ¿piensa que se le pueden cerrar muchas puertas?

Sí, porque se ha hablado mucho, se ha inventado mucho y la gente, lamentablemente, se queda con eso. Por eso digo que va a ser difícil que un club o alguien te quiera después de todo esto. Eso también asusta.

En ese sentido, ¿cómo se han portado Atlético Paranaense, que le suspendió su sueldo, y Argentinos Juniors, el dueño de su pase?

Con la gente de Paranaense no hablé más desde el día 3 (enero), que me presenté a la comisaria y quedé detenido. Desde ahí no he tenido más noticias de ellos. Y con la gente de Argentinos he podido hablar. Hay un abogado apoyando y están a la espera de que se resuelva esto.

¿Y desde Chile se han contactado con usted? ¿Alguien le ha mencionado su apoyo?

Sí, lo han hecho, me lo han hecho saber... los colegas, ex compañeros, gente que se ha portado muy bien.

¿Como quién?

Pablo Galdames.

¿Por su paso en la sub 20?

Sí. Ahí entablamos una muy buena relación y ahora lo ha demostrado.

Estando en prisión, ¿cuánto le sirve el fútbol como herramienta para despejarse?

Como siempre he dicho, acá adentro hay cosas buenas y otras feas. Ahí es cuando me despejo con la pelota. Lo sigo haciendo acá adentro, trato de jugar y de ver algunos partidos.

¿Se arrepiente de alguna decisión distinta que pudo haber tomado en términos futbolísticos y que pudieron haber evitado esto?

Creo que sí, como haber permanecido en Brasil cuando aún no empezaba la pretemporada. El hecho de haber estado ahí habría provocado no tener más vacaciones en Argentina y no hubiera pasado esto porque no hubiera estado acá. O quizás haber tratado de cambiar de equipo, no sé. Es mucho lo que uno puede pensar después de todo lo que ha ocurrido.

¿Se ha puesto en todos los escenarios de lo que puedan decidir los jueces?

Sí. He pensado de todo: que se resuelve bien, que es lo que más espero y en lo que más confío, pero también en que se resuelve mal.

¿Y qué es lo que más le asusta?

Solamente tener miedo de terminar acá adentro, sin poder tener libertad... (se toma unos segundos para controlar la voz). Eso me causa pensamientos duros, terminar acá y no poder hacer lo que más me gusta, que es el fútbol. Y obvio, no poder disfrutar a mi hija.