Un día después de abandonar la cartera de Cultura para asumir como máximo líder de Evópoli -dimisión que también gatilló la renuncia de Joaquín Lavín del gabinete-, el ex ministro Luciano Cruz-Coke materializó ayer su respaldo al candidato presidencial de RN, Andrés Allamand, durante una actividad conjunta en Cerro Navia.
¿Cómo fue su conversación con el Presidente y el ex ministro Lavín el viernes?
El Presidente nos agradeció y nos pidió cuidado en el lenguaje en las campañas. Para él es importante que representemos la voz del gobierno dentro de las campañas. Lo que él apuesta es que para el 1 de junio estas salidas sean un factor que una y que le permita también al gobierno tener una interacción con los comandos, con los partidos, para poder planear estratégicamente en conjunto.
¿Su salida rompe un trato suscrito entre el Presidente y los partidos para bloquear la renuncia de ministros antes de las primarias?
No. Desconozco trato alguno que haya existido. He preguntado, y hasta donde sé no existió. Desconozco si lo habría con otros, porque entiendo que pudo haberlo en el caso de Pablo Longueira por Lavín, pero hasta el último minuto de mi salida -y no quiero ser infidente con esto- nunca se puso por delante.
La UDI dice que sí lo había...
Entiendo que cuando las campañas están estrechas o cuando no hay mucha idea de realmente cómo van a ser los resultados, cualquier movimiento de pronto produce reacciones que son un poco exageradas, y creo que es eso lo que puede haber ocurrido en este caso.
¿Se siente responsable de haber acelerado los tiempos del gobierno?
Soy una persona mayor, responsable de mis actos. La decisión la he tomado consciente, en el sentido de que si no convocamos a los independientes y a una gran cantidad de votantes, vamos a perder. Si eso sirve de acicate para las campañas ahora, bienvenido sea. Pero no asumo -y es algo que ha circulado- de que yo he sido el detonante de la división. Eso sería conferirle a una persona que no tiene ninguna experiencia en política y que es apenas un jefe de servicio con rango de ministro de Cultura, demasiado poder. Se ha puesto como si fuera el detonante de todo esto, y no es así.
¿Quiénes sabían de su renuncia?
Mi salida se conversó con todos quienes había que conversarlo. Mi salida era la crónica de una muerte anunciada, porque mucha gente sabía dentro del gobierno que yo iba a abandonarlo. Valoro lo que hace Joaquín, es de una lealtad impresionante, pero creo que no era necesario que salieran dos ministros… bastaba que saliera uno.
¿Fue una reacción competitiva la de Lavín?
No vamos a descubrir ahora que él es un líder dentro de la centroderecha, pero yo esperaba salir solo.
¿Trató el Presidente de bloquear su renuncia?
No; por el contrario.
¿La incomodidad del Presidente fue gatillada por la sobrerreacción de la UDI y no por su renuncia?
No puedo hablar por el Presidente. Creo que el hecho político que ocurrió hubiera tenido menor trascendencia si sale un ministro y no dos.
La salida de Lavín complica más, ¿en qué sentido?
Se resolvió de buena manera. Antes de salir estuvimos con el Presidente y con Joaquín durante cuarenta minutos, donde hablamos en buenos términos. Ambos hicimos conferencia con Andrés (Chadwick) donde nos declaramos parte del gobierno dentro de las campañas. Si la medida hubiera sido mortal, eso no se habría producido.
¿Cree que esto significa un golpe para el Presidente, por un eventual síndrome del 'pato cojo'?
Siento que acá el gobierno ha obrado con mucha rapidez y está saliendo fortalecido con dos figuras del gobierno que van a las candidaturas, lo que va a permitir que vayan más votantes.
¿Desde cuándo analizaba su salida?
Vengo hablando hace mucho tiempo no sólo con Carlos Larraín, sino con Andrés Allamand, y ellos estaban buscando que yo explorara una candidatura senatorial. Pero esto tiene que ver mucho más con salir a reforzar las campañas de Evópoli y sus candidatos que van a primarias y salir a dar una señal al mundo independiente.
¿Tiene una candidatura con RN concertada?
No hay cupo senatorial asignado. Aquí lo que hay que hacer es convocar a la mayor cantidad de gente a la primaria para que voten, porque si la Concertación nos llega a doblar en número de votantes, la presidencial se hace cuesta arriba. Luego de las primarias los partidos tendrán que barajar el naipe parlamentario.
Se ha hecho ver que usted prefiere enfrentar una senatorial sin riesgos, ¿qué piensa?
Estoy abierto a opciones, no he cerrado la puerta a una opción senatorial.
Según Laurence Golborne, es difícil ser independiente en política. ¿Teme ser usado por la contienda electoral?
Mucha gente me dice, pero cómo no sales con el cupo asegurado y qué vas a hacer, después te van a mandar a no sé dónde. Yo me siento con la más absoluta libertad de que el día de mañana no sea candidato a senador. A mí no se me va la vida si no soy senador.