El director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, se refirió esta mañana a la información que entregó la fiscalía de Marsella que indicó que el copiloto de la aeronave estrelló el avión de manera consciente contra los Alpes franceses.

En esta línea el ejecutivo a cargo de la compañia de la que depende Germanwings, aseguró no conocer los motivos que llevaron al copiloto Andrea Lubitz a provocar el accidente, donde murieron las 150 personas que iban a bordo, y que tenía como destino final la ciudad alemana de Düsserdorf.

"Da igual cuántas medidas de seguridad se tenga en una empresa, ya que un caso individual, particular y aislado como este no puede evitarse", indicó Spohr.

Además, agregó que ni en sus peores pesadillas podían imaginar que tenían a alguien como Lubitz trabajando en la compañía, ya que su actitud y expediente eran "impecables".

El presidente de Lufthansa explicó además que tras el atentado 11-S -cuando dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas en Estados Unidos- se blindaron las puertas de las cabinas y se tomaron medidas para evitar "accesos indeseados".

Pese a esto, indicó que "no hay que poner en tela de juicio nuestro sistema. Confiamos en el entrenamiento de Lufthansa". "Sigo teniendo plena confianza en nuestros pilotos, están en una situación dificil, pero son los mejores del mundo", agregó.

"Es un evento horrible para nuestra empresa y se trata de un evento individual trágico", añadió.

Por otra parte, manifestaron su pesar a los familiares y amigos de las víctimas e indicaron que harán todo lo posible por investigar y aclarar la situación.