El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, afirmó este viernes que la posibilidad de que un golpe de Estado que interrumpa la institucionalidad democrática en su país "es nula".

Una declaración de seis puntos fue divulgada oficialmente por la Presidencia, en la que se recuerda que "en todas sus declaraciones públicas" el Presidente ha señalado que "no cree en la posibilidad de un golpe de Estado y, aunque hubiera admitido que hay algunos nostálgicos del pasado que pensaran en ello su factibilidad, debido a factores nacionales e internacionales, es nula", recalcó.

Lugo resaltó además que "la divulgación de falsedades o especies no confirmadas no redunda en la credibilidad de sus difusores".

La misma nota oficial desmiente que Lugo, "por razones de seguridad", se hubiere refugiado en el Regimiento Escolta Presidencial, el martes pasado, durante el "superapagón" que se registró en Brasil y afectó parte del territorio paraguayo.

"Esa afirmación es falsa y por tanto no se corresponde con la realidad de los hechos. Por lo cual la desmiente categóricamente" la presidencia del país.

Agrega que durante el apagón, el presidente "se encontraba en la residencia presidencial y cuando ocurrió el hecho permaneció en el lugar e impartió instrucciones a funcionarios de diferentes rangos y especialidades para tomar las medidas que correspondieran según cada responsabilidad".

El pronunciamiento oficial reaparece hoy en la escena política paraguaya, luego que el senador Alfredo Luis Jaeggli, del gobernante Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), pero opositor al gobierno, admitió que existe un plan para "sacar" al presidente Lugo del gobierno, "en los próximos seis meses".

"Absolutamente así va a ser", dijo Jaeggli, y agregó que el derrocamiento del presidente debe ocurrir antes de los próximos seis meses, ya que luego, "será imposible" porque los grupos sociales que lo respaldan se "están fortaleciendo".

En declaraciones radiales, que reproducen además medios online de Paraguay, el legislador agregó: "Yo creo sinceramente que el presidente se va en poco tiempo", ya que, dijo, "existe un plan para sacarlo".

Aclaró que se podrían utilizar resortes legales como el juicio político y que la idea es impulsada porque el jefe de Estado es "un inútil".

Se quejó de que si Lugo "se queda cuatro años más esto se vuelve Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua" y advirtió de que la actual administración irá "cortando las libertades", progresivamente.

Dentro del plan de los opositores políticos, que involucraría también a algunos sectores empresariales, se encuentra el recorte del presupuesto para acciones sociales.

Jaeggli, que es titular de la Comisión bicameral de Presupuesto, afirmó que, mientras se lleva adelante el plan "se le saca el dinero (al Gobierno)". "Y le voy a sacar más todavía", sentenció.

El viernes 30 de octubre pasado, el también senador liberal Luis Alberto Wagner, cercano al gobierno, denunció que un sector del Partido Colorado puso en marcha un plan conspirativo para derrocar a Lugo.

En declaraciones a dpa Wagner dijo que "ya están armando el gobierno sustituto que quieren poner" y reveló que a él le ofrecieron ser ministro de Agricultura y a Miguel Saguier y Alfedo Jaeggli, también senadores liberales, la Cancillería y el Ministerio de Hacienda, respectivamente.

Afirmó que un "Plan A" no dio resultado y que "ahora aplicarán el Plan B, que consiste en generar el caos y la inseguridad" en el país.

El clima político paraguayo se ha enrarecido en las últimas semanas, principalmente desde que el empresario ganadero Fidel Zavala fue secuestrado el 15 de octubre pasado y aún permanece cautivo.

En el marco de la presión creciente sobre el gobierno, a fines de octubre se filtró a la prensa el mensaje del ganadero chileno Eduardo Avilés, residente en Paraguay, quien exhortaba a sus colegas de la producción rural a armarse y formar un Comando Anticomunista Paraguayo (C.A.P).

Avilés fue denunciado ante la justicia, mientras que el presidente Lugo insistió con la necesidad del diálogo amplio entre todos los sectores.

Organizaciones sociales y agrupaciones políticas de izquierda que integran la gobernante Alianza Patriótica para el Cambio (APC) realizan actos y reuniones en todo el país buscando fortalecer su posición para evitar el quiebre institucional.

"El Poder Ejecutivo no descansará hasta lograr el diálogo, pese a que los 'democraticidas' de siempre estarán operando para impedirlo" dijo el presidente Lugo, la semana pasada.