La noche del 22 de febrero de 2015, en la mitad de su presentación en el Festival de Viña y con el Monstruo ya en el bolsillo, Luis Fonsi sorprendió haciendo una pausa que extinguió el éxtasis romántico y la llama de los encendedores de la galería. "Les voy a pedir permiso, tengo ganas de hacer algo diferente y romper un poco las reglas", dijo el puertorriqueño a la audiencia antes de interpretar un popurrí de éxitos bailables anglo, en el que versionó Uptown funk, Celebration y Get lucky.

Dos años después, Fonsi ya no pide permiso a sus fans para salirse del molde. Lo demostró esta semana con el estreno de Despacito, el primer adelanto del que será su noveno álbum de estudio y lo más cercano a un hit reggaetonero en la carrera del baladista. Interpretada a dúo junto a su compatriota Daddy Yankee, la canción ya se postula como el éxito discotequero del verano y en sólo un par de días trepó al primer lugar de los ránkings de las distintas plataformas digitales en Chile (ver recuadro). Lo mismo ocurrió en Argentina, Colombia, España, Francia y también en Estados Unidos, donde se convirtió en el videoclip en español con mayor cantidad de visitas en su estreno en Vevo (5,4 millones).

Y aunque a estas alturas para nadie parece ser un misterio que en las alianzas está la actual fórmula del éxito masivo -no por nada de las diez canciones más tocadas en radios chilenas la semana pasada, seis son duetos entre artistas pop y reggaetoneros-, Fonsi asegura que la respuesta que tuvo su nuevo sencillo superó sus expectativas.

"Estoy completamente sorprendido, la verdad es que lo que ha pasado nadie se lo esperaba. Yo siempre pensé que era una canción que iba a gustar porque tiene un ritmo pegajoso y una letra sensual, pero de ahí a batir récords, a estar número uno en 16 países en 5 días, creo que nadie planifica eso", dice desde Miami el ex coach de The voice Chile, quien si bien ha amasado su popularidad en base a himnos de amor sufrido como Aquí estoy yo y No me doy por vencido, se le ve más cómodo navegando por las posibilidades que da ser un artista crossover -tipo Shakira o Enrique Iglesias- que sujeto al arquetipo del baladista tradicional.

En ese sentido, lo de esta semana no es un giro radical en la carrera de Fonsi. Admirador de Michael Jackson y Stevie Wonder, ya en su debut discográfico de 1998 el cantautor incluyó canciones bailables que recordaban la época en que Luis Miguel coqueteó con el R&B. Además, en los últimos años, ha colaborado con voces tan diversas como Juan Luis Guerra, Wisin & Yandel, la ex Spice Girls Emma Bunton y Christina Aguilera, como parte de un intercambio desprejuiciado que para el boricua es "cómo debe entenderse el pop hoy en día".

¿Estrenar una canción de base reggaetonera fue algo planificado desde el comienzo o fue surgiendo durante la grabación?

Para mí, esto tiene que ver con una evolución. La canción creo que recoge varios ritmos y géneros, tiene una influencia urbana en el ritmo muy marcada, un sonido muy latino, pero al mismo tiempo es muy melódica, la compuse en mi guitarra. Este es el sonido del nuevo pop, las canciones hoy en día tienen que tener ritmo, pero también melodía y momentos para cantar. Hoy el mundo está tan conectado y la música es tan universal que Despacito, además de los países latinos, está apareciendo en las listas de popularidad de lugares como Francia, Portugal, Italia y Suiza.

Usted nació y se crió en Puerto Rico, la tierra donde surgió y se desarrolló todo lo que hoy se entiende como música urbana. ¿Cuál es su relación con esa movida y con la propuesta de colegas como Daddy Yankee?

Compartir con Daddy Yankee fue crucial para completar la energía de esta canción. En todo caso, no es la primera vez que trabajo con Daddy ni tampoco con un artista de género urbano. Creo que hoy, después de todos estos años, esa barrera que antes dividía a los géneros ya no existe, estamos viviendo en un mundo donde es muy común que un artista de un estilo colabore con alguien de otro género porque al final del día todos nos beneficiamos. Los artistas grandes, los que yo admiro, son los que saben reinventarse y los que no tienen miedo de crecer. Yo aspiro a ser eso, un artista polifacético, un compositor, un productor que en cada nuevo disco se reinventa conservando su esencia.

¿Este single es representativo de lo que traerá su próximo LP? En el último tiempo, además de colaborar con gente como el DJ holandés Afrojack, ha declarado que le interesa seguir explorando la electrónica bailable.

Es que todo esto no lo siento como algo completamente diferente a lo que he hecho. Como te decía, lo que hago ahora no lo veo como un cambio sino como un crecimiento, y en ese sentido creo que uno puede ir creciendo a partir de lo que quiere la gente, con las tendencias. Mi disco anterior (8, de 2014) tuvo un sonido mucho más orgánico, más "en vivo", pero este se viene mucho más rítmico y moderno, sin abandonar lo romántico. Es por donde pienso que debe ir el pop. No sé si llega a ser EDM (música electrónica bailable), acabo de grabar una canción con un DJ muy famoso que va más en esa onda y de la que no puedo contar mucho todavía, pero mi próximo disco no lo describiría así, aunque sí tiene temas con influencia dance y urbana.

Tras publicar su nuevo álbum a mitad de año iniciará una gira promocional. ¿Hay planes de que ésta pase por Chile?

De seguro estaremos allá, es una cita que estoy esperando hace mucho. La conexión que he logrado con Chile ha sido demasiado especial y es una relación que no voy a abandonar.