En 1993 el periodista peruano Luis Jochamowitz publicó el libro Ciudadano Fujimori, la más completa biografía sobre Alberto Fujimori. Lo hizo al año siguiente del autogolpe, con datos desconocidos sobre la particular historia del hombre que ha marcado la política peruana en las últimas tres décadas. Columnista de la revista Caretas, Jochamowitz es uno de los mayores conocedores de la saga del clan Fujimori y habló con La Tercera sobre el controvertido indulto que le dio Pedro Pablo Kuczynski.
¿Quién estuvo detrás del indulto? ¿Kenji o el mismo Alberto Fujimori?
Sin duda Kenji fue el operador de este cambio del indulto por votos en el proceso de la vacancia, pero supongo que detrás de todo está el padre.
¿Cree que ahora Fujimori pueda irse del país o que esté considerando presentarse a un cargo público?
Es un poco temprano para decir esto. El único cargo público sería la Presidencia. Por el momento, no hay elecciones, claro que la duración de Pedro Pablo Kuczynski es muy volátil, puede ocurrir una renuncia en cosa de días o una vacancia en cosa de semanas. Entonces, si se abriría una posibilidad de una postulación de Alberto Fujimori a mí me parece difícil. Habría que considerar que ha sido indultado por razones de salud, sería un desmentido muy rotundo a esas condiciones de salud. Sería insostenible. Por otro lado, es un hombre de 80 años, independientemente de qué tan enfermo esté, después de un gobierno de Kuczynski, que tiene la misma edad, ya que nacieron en 1938, supongo que el electorado va a quedar un poco curado de elegir a ancianos.
¿Pero podría intentar salir de Perú?
No veo probable que intente irse del país, parece que no tiene nada que hacer en otro lugar. En Japón estaría como ya estuvo un tiempo, bastante perdido, no es su país en el fondo. No lo veo probable, pero todo es posible, hay tanta incertidumbre, todo es tan volátil, los últimos 15 días han ocurrido horrores de cosas que no se esperaban. Es como un alud que de pronto comenzó a deslizarse y ha cambiado la topografía.
¿Por qué el antifujimorismo sigue siendo tan fuerte en Perú?
Los dos sentimientos son muy fuertes, el fujimorismo y el antifujimorismo. Yo creo que es el partido político o la tendencia política más fuerte, además, es transversal, reúne izquierdas, derechas. ¿Por qué? Por razones de la historia supongo. Fue una experiencia muy larga, muy dura, ocurrieron demasiadas cosas, destruyó demasiado las instituciones políticas, no es que estuviéramos muy bien, más bien estábamos mal, por eso es que fue posible todo lo que hizo Fujimori, pero lo llevó a extremos.
¿A qué se debe la popularidad del fujimorismo, considerando que Fuerza Popular tiene 71 escaños?
En parte, los 71 es el resultado de una ley electoral poco equitativa. Pero sí tiene un tercio y algo más de los votos y eso es bastante. Hay algo de nostalgia también. Fujimori tuvo virtudes, tuvo virtudes personales, era una persona que llegaba a las personas muy directamente, era muy trabajador. Yo he hablado con personas que me han dicho que van a votar por él porque cuando eran chicos, Fujimori les regaló un chaleco, un pantalón, o porque les dio la mano en un pueblo al que fue a visitar. Razones sentimentales más que políticas. También no hay un líder alternativo. También no hay un líder alternativo al fujimorismo, lo hemos tratado de construir todos estos años con (Alejandro) Toledo, con (Ollanta) Humala, Kuczynski, todos han fallado, todos han fracasado.
¿Cómo ve las perspectivas que tiene Perú en medio de esta crisis política?
Nadie sabe qué puede pasar, si las protestas se generalizan y se sostienen en el tiempo, la debilidad de Kuczynski será todavía más insostenible. Además, Kuczynski no hay que olvidar viene de salvarse de una vacancia, sus razones no han convencido a nadie y, sin duda, va a tener que dar más explicaciones y esas explicaciones aparentemente no existen. En lo personal no va a poder resistir el embate de las denuncias de Lava Jato. En los próximos días y semanas se espera un aluvión de declaraciones de parte de los responsables brasileños con detalles. Además, se va a tener que investigar más con detalle su relación con (su ex socio chileno, Gerardo) Sepúlveda y probablemente eso sea fatal. En realidad, desde la renuncia por fax y la huida de Fujimori no hay un antecedente tan nefasto, de destrucción del poder, como en los últimos días por parte de Kuczynski, es un horror lo que ha sucedido.