Luis Mena juguetea con uno de sus perros en el patio de su casa en Las Vizcachas. El capitán de Colo Colo, además, tiene dos erizos y un cuyi. "A mis hijos les encantan los animales", explica el defensa, que será titular este mediodía ante Universidad Católica, en el estadio San Carlos de Apoquindo. El "Multicampeón" recibió a La Tercera en la intimidad de su hogar y analizó el presente y futuro del club de sus amores, en la previa del clásico.

¿Cuál es el mejor partido contra la UC que recuerda?

Cuando fuimos campeones en la quiebra, en el Nacional, en 2002. Le ganamos a un muy buen equipo de Católica. Los hinchas aún lo atesoran, porque fue con mucha gente formada en casa. Lo disfrutamos a fondo. Y el otro es del Apertura 2007, porque salvé dos pelotas en la raya y fue clave para el título.

¿Y el peor?

El 4-0, en San Carlos. Fue para que terminara luego. Ir perdiendo así en el primer tiempo no lo esperábamos ni en la peor película de terror. Entré en el segundo tiempo y fue muy duro. En el entretiempo, Ivo fue bien franco y directo y nos dio una muy fuerte reprimenda.

¿Cómo espera que sea este nuevo clásico ante la Católica?

Difícil. La UC es un muy buen equipo y por algo está peleando el título. Igual va a ser entretenido, porque es un clásico, un partido importante y están en su cancha. Nosotros iremos a ganar para sumar tres puntos y seguir con opciones de entrar a la liguilla.

¿Jugarán con la presión de la UC?

La tónica nuestra siempre ha sido preocuparnos de nosotros. O sea, igual sabemos cuáles son sus virtudes y sus debilidades. No hay que ser un erudito en el fútbol para saber que va a ser un partido de mucha presión para ellos. Hay que ser inteligentes y aprovechar cualquier cosita que sirva.

Pelear sólo por entrar a la liguilla es muy poco para Colo Colo...

El otro día leía unas declaraciones de Mauro (Olivi) y le encontré toda la razón: estar luchando sólo por esto es muy poco. Es entretenido, claro, pero tenemos que aspirar a mucho más. Tenemos una deuda con la gente, porque nos quiere ver campeones, quiere ver esa estrella número 30 en las vitrinas.

¿Héctor Tapia y Miguel Riffo deben seguir el próximo torneo?

No decido eso, pero han hecho un muy buen trabajo, súper metódico, correcto, y en un momento muy difícil, lo que habla bien de su capacidad. Le han dado un estilo diferente al sistema de juego, súper claro, con un trabajo semanal bastante exigente, que ha rendido buenos frutos. Si siguen acá, en Colo Colo, bienvenidos, porque también saben lo que es el club, ya que han vivido momentos buenos y malos en la institución. Tienen un gran futuro como dupla técnica.

¿Cómo explica el cambio radical que lograron Tapia y Riffo?

Es que ellos estaban en el cuerpo técnico anterior y por ahí encontraron rápido el acomodo. En un momento no tenían muchas ganas de asumir, porque estaban dolidos por la salida de Gustavo, pero encontraron un plantel muy llano a trabajar y con muchas ganas.

¿Hay una relación más cordial  con el cuerpo técnico actual que con el de Benítez y Giarrusso?

Sí, es que ellos siempre han tenido buena onda con el grupo. No es que con Gustavo hubiese una mala relación, pero Héctor y Miguel supieron adaptarse rápido a las circunstancias en las que estaban y eso les ha dado buenos dividendos.

¿Cuál ha sido el mensaje de Tapia y Riffo en este tiempo?

Que nos creyéramos el cuento y que le diéramos importancia al balón, a salir jugando siempre que se pueda. Nos dieron a entender que Colo Colo es importante y que nos debemos a lo que conlleva esta camiseta. Pero lo más importante es que nos dan la libertad para decidir dentro del campo. Hubo momentos difíciles y ahora estamos tranquilos y disfrutando el juego.

Se ve un camarín más alegre...

Sí, se nota en el grupo, en el ambiente y eso es súper positivo, porque a mí me ha tocado estar en distintos tipos de camarines y los que son más alegres y unidos son los que logran cosas importantes.

¿Qué sintió al cumplir su partido 450 por Colo Colo?

Mucho orgullo. Estar en ese nivel es entretenido. Uno no lo dimensiona tanto. Estar en la historia es muy lindo, sobre todo en Colo Colo. Hay puros monstruos arriba mío, no me considero a la par de ellos, para mí son ídolos.

¿Cómo va su renovación?

Estamos en buen camino, ojalá pueda retirarme acá. Esta semana se define. Me gustaría seguir trabajando en Colo Colo después.

La carrera de Luis Mena estuvo a punto de cambiar de rumbo radicalmente en 2001. Sin duda, el máximo referente activo de Colo Colo no sería el mismo si aquel año se hubiese ido a préstamo a Universidad Católica, en lugar  de a Deportes Puerto Montt.

"Esta historia es poco sabida y no me gusta hablar mucho de ella. Es la primera vez que lo hago. Fue cuando me fui a préstamo a Puerto Montt, en 2001. Justo antes se dio la posibilidad de ir a Católica. Estaba el holandés Wim Rijsbergen de entrenador y de gerente estaba Jaime Pizarro,  con quien siempre tuve muy buena onda desde las inferiores. Ahí me quisieron llevar y, lamentablemente, se cayeron las negociaciones. Estuve muy cerca, estaba casi todo listo. Al final, la gente de Colo Colo no quiso y me dijeron que fuera a foguearme a otro lado", revela el defensa.

El "Multicampeón" confiesa que la opción lo ilusionó esa temporada. "Habría sido importante pasar a otro equipo grande, porque yo apenas tenía 20 años. Esto del fútbol da muchas vueltas y si no se dio fue por algo. Al final, me fui a préstamo a Puerto Montt, que fue una experiencia muy emotiva y de sacrificio, porque conocí la otra cara de la moneda. Al principio no teníamos ni dónde entrenar, sólo en una cancha de maicillo. Llovía todos los días, pero el calor humano que viví lo agradezco mucho", recuerda.