El cantante mexicano Luis Miguel tendrá que enfrentar finalmente a la justicia por la demanda que interpuso su ex manager, William Brockhaus.
El ex empleado del artista lo acusa de incumplimiento de contrato por no cancelarle el 10% acordado entre ambos, extraído de las ganancias del cantante entre 2012 y 2014.
El caso llegó a la justicia y la jueza Virginia Philips determinó que la estrella debía indemnizar al demandante. Para cancelar la deuda se pidió el embargo del auto Rolls-Royce del cantante, avaluado en US$300 mil, más otra parte en efectivo de US$ 595 mil. A eso, se le agregan US$ 395 mil para el pago de los abogados, según detalló revista TV y Novelas de México.
El intérprete de La incondicional jamás respondió a esta decisión judicial, y por ello deberá comparecer en la corte de Los Angeles (Estados Unidos) el próximo 17 de abril. De no hacerse presente ese día, el artista podría ser arrestado.
Los abogados de Luis Miguel, indicó revista Quién, presentaron un recurso para aplazar la audiencia y poder reunir los documentos de su defensa, pero la información aún no llegaría a la corte estadounidense.
El apodado "Sol de México" mantiene otras mediáticas deudas. Una de ellas con el cantante Alejandro Fernández. Los artistas habían acordado realizar una gira juntos en 2016, pero el tour no pudo concretarse y fue cancelado, por lo que el hijo de Vicente Fernández lo demandó por US$ 7 millones.
Su discográfica Warner Music, en tanto, le exige casi US$ 4 millones por una deuda que el cantante arrastra de 2014 y que había acordado cancelar en noviembre de 2015, lo que nunca ocurrió.