Luis Suárez es ídolo en la selección uruguaya y en el Liverpool inglés. Pero para lograrlo se apoyó en una frase que le dijo su novia a los 15 años. A horas de jugar ante Chile un partido clave por las Eliminatorias, habló con La Tercera de su pasado, de lo bien que le sienta enfrentar a la "Roja", de su "desesperación" si no hace goles y del chiste sobre que Waldo Ponce todavía está tratando de llegar al cruce en la fatídica tarde de noviembre de 2011, cuando la "Celeste" goleó 4-0 al combinado nacional, donde "Luisito" convirtió los cuatro goles.

Justamente, esos tantos le valieron al delantero "oriental" convertirse en el primer jugador uruguayo en conseguir semejante marca en un mismo partido de Eliminatorias.

Y, además, con 25 años va camino a convertirse en el máximo goleador en la historia de su selección. Es que con su gol del viernes ante Paraguay llegó a 31 tantos defendiendo a su país, igualó a Héctor Scarone y quedó a dos de Diego Forlán. Pero Suárez prioriza el equipo. "Me da igual que ganemos con un gol de Lugano o mío. Es lo mismo. Esta es la selección", dice.

Tras el empate ante los "guaraníes", Suárez rescata lo positivo: "Estamos en una situación que dependemos de nosotros mismos, tenemos equipo para estar más arriba y no estar sufriendo tanto".

Pero el éxito del delantero se forjó cuando tenía 15 años. Entonces, su primer y única novia le comunicó que se iba junto a su familia a buscar un destino mejor a Europa. De boca de ella había escuchado por primera vez en su vida la frase "vos podés". Y eso lo había cambiado, lo había hecho plantearse objetivos y sentir que los podía lograr. Y el viaje de ella fue otro desafío. Suárez se planteó volver a tenerla cerca y sólo con un traspaso al fútbol europeo podía lograrlo.

¿Sigue siendo un momento disfrutable venir a la selección y encontrarse con los compañeros?

Sí, tan disfrutable como el primer día. Entrar al vestuario y ver a los compañeros tomando mate y divirtiéndose, hablar con los cocineros. Conversar, reírte, es muy lindo porque formamos una familia de la que estamos orgullosos. A pesar de todo eso el momento más lindo es cuando entras a la cancha con la camiseta de la selección y con la cabeza para ganar.

¿Cuándo se empieza a pensar en el partido de la selección al estar en una liga como la Premier?

En mi caso ni bien termino el último partido antes del viaje ya tengo en la cabeza el partido de Uruguay. Hablo con mi familia y el tema es ese y por más que tienes algún momento de distracción sigues pensando que el objetivo único son las Eliminatorias.

Llegan en un buen momento. Usted es el goleador de la Premier, Cavani del Calcio, Forlán y Lodeiro juegan y hacen goles en Brasil...

Siempre es bueno y es positivo para la selección que estemos bien en los clubes. Además, es un orgullo poder liderar una tabla de goleadores. Pero acá no existe ni el Suárez del Liverpool ni el Cavani del Napoli, ni el Lodeiro del Botafogo ni el Forlán del Inter. Esta es la selección y acá lo primordial es que gane Uruguay.

Dicen que el delantero vive del gol. ¿Cómo maneja usted ese tema?

Yo me desespero si no hago goles. Lo que más quiero es hacer goles. Tengo ambiciones y soy feliz cuando hago goles. Más todavía si son goles que ayudan al equipo.

Esa desesperación no la habrá vivido contra Chile al que le ha convertido ocho goles en total.

(Ríe) Son rachas y ante Chile me ha ido bien.

¿Pero hay rachas contra camisetas puntuales, equipos a los que le resulta más fácil convertirle?

No. A veces capaz te sientes confiado contra algún rival en particular, pero también es cierto que es lindo convertir a equipos que no le haces goles habitualmente.

En Chile bromean todavía hoy que Waldo Ponce está tratando de llegar al cruce...

Pero eso es pasado y es de lo que menos se van a acordar. A cualquiera le puede pasar que tenga un mal día o cometa errores, pero ahora van a querer vivir el presente y ese es pelear por la clasificación al Mundial.

Aquella noche del 4-0 por Eliminatorias le salió todo...

Salió todo. Jugué medio lesionado desde el primer minuto e hice goles de cabeza, de hombro, de afuera del área, de derecha e izquierda. No me olvido más de esos cuatro goles a Chile, representan mucho para mí.

¿Y el partido del martes cómo lo imagina?

No conozco mucho al entrenador (Jorge Sampaoli). No conozco su filosofía y su forma de jugar aunque seguro en estos días vamos a ver algo. Pero sabemos que Chile tiene jugadores muy buenos arriba, tiene laterales rápidos y defensas que si bien pueden cometer algún error, también puede que tengan el partido de su vida. Imagino un partido abierto porque es un rival directo y va a ser muy duro.

¿Cómo está en el Liverpool?

Muy feliz. Estamos en una etapa de cambios y estamos creciendo como equipo. Estoy en una racha que tengo que aprovechar porque le pego a un tiro libre y por ahí pega en la barrera y se desvía pega en el palo y entra.

Regularmente se habla de que podría ser transferido a otro club, pero usted dice que está en el lugar donde siempre soñó...

Es cierto. Yo siempre soñé estar en el Liverpool. No te miento, yo estaba en el Ajax y jugaba al Play Station con mis hermanos y con mis amigos y elegía a Liverpool. No sé si me veía ahí o qué, pero yo jugaba con el Liverpool. Es un cuadro que siempre me gustó. Miraba por tele a Gerrard, a Kuyt, a Torres y estando ahí me cuesta caer en la realidad. Yo estoy loco de la vida en el Liverpool y mi familia, que es lo más importante, es feliz en la ciudad y eso también pesa mucho.