Asombrado está el empresario Guillermo Luksic con lo que vio en su gira por Francia y Bélgica, como miembro del comité que Chile y el país galo conformaron para avanzar en el conocimiento del uso de la energía nuclear como una fuente de generación eléctrica. La razón de su asombro es que la central nuclear de 3.000 MW que Tractebel tiene en Liège, Bélgica, está inserta en medio de la ciudad, de unas 4 mil personas. La visión de que una unidad esté en medio de una ciudad rompe varios mitos sobre los riesgos y, de hecho, el empresario indica que no es necesario que en Chile una planta nuclear tenga que estar en el desierto o en zonas aisladas.

"La tecnología hoy día permite que estas plantas trabajen sin grandes riesgos (…) hemos visto que están insertas dentro de las comunidades, están al lado de los pueblos,  dentro de las ciudades y han podido convivir bien. Ese nivel de consorcio se puede alcanzar en Chile", dice. El empresario agrega que   "si la energía nuclear genera los consensos necesarios en nuestro país, me parece que es una alternativa tremendamente válida".

Luksic también demuestra el interés del grupo por un potencial desarrollo nuclear, pero hace hincapié en que al momento de tomar una decisión sobre la construcción de una central nucleoeléctrica, lo que, a su juicio, podría suceder en los próximos dos a tres gobiernos, es necesario que haya un esfuerzo de inversión mancomunado de varios actores. "Siendo nosotros gente de negocios, no puedo descartar desde hoy día que pueda ser necesario para nosotros participar en una cosa como esta. Sin embargo me parece que no va a ser una empresa ni dos ni tres en Chile solas las que lo van a hacer", dice.

Explica que uno de los sectores que podría integrar este potencial consorcio nuclear es el minero, al ser un actor relevante en el consumo de energía. "Podría ser que el desarrollo de la energía nuclear venga de la mano del sector minero. Hemos escuchado algunas teorías bastante interesantes en estos últimos días en Europa y eso formará parte del informe que le entreguemos al ministro (Laurence) Golborne".