El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró hoy sus 64 años con un gorro que tomó prestado a un miembro de la banda presidencial, que interpretó el "cumpleaños feliz" en su honor.

Lula se calzó el gorro dorado con un penacho rojo típico de los "Dragones de la Independencia", guardia de honor del jefe de Estado, e improvisó algunas notas con una trompeta en la mañana de hoy en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial.

Lula despachará normalmente en Brasilia y por la noche celebrará su aniversario con una cena que le brindará su esposa, la primera dama Marisa Leticia.

El sábado pasado unos 150 afiliados al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula en 1980, visitaron al mandatario a quien obsequiaron una torta cubierta con crema blanca y decorada con estrellas rojas, símbolo de esa agrupación.

Al recibir a sus correligionarios, Lula dijo, entre risas, que preferiría cumplir 46 y no 64 años, pero aún así comentó sentirse como "un chico de 63 años".

Y confesó que cuando cumpla 65 espera recibir de presente la victoria de su correligionaria Dilma Rousseff, en las elecciones presidenciales de octubre de 2010.