El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los políticos más populares del país, entró hoy de lleno en la campaña por la reelección de su sucesora, Dilma Rousseff, con un mensaje a los electores para que la respalden "sin dudarlo".

La campaña para las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre llegó hoy a la televisión, medio de difusión política por excelencia en Brasil, y Lula irrumpió con un contundente mensaje en favor de la reelección de su pupila política.

"Todos saben que mi segundo mandato fue mejor que el primero" y "con Dilma va a ser así", declaró Lula apelando al recuerdo que los brasileños tienen de sus gestiones en dos períodos consecutivos (2003-2007 y 2007-2011).

Sostuvo que en su segundo mandato tuvo "más experiencia y más apoyo para proyectos que ya estaban andando" y se dirigió a los electores indecisos, a los que pidió que voten "sin recelos" en la actual presidenta, pues "no se van a arrepentir". 

Rousseff, por su parte, valoró los avances sociales que el país experimentó durante los dos mandatos de Lula y sus cuatro años en el poder y pidió la "confianza" de los electores para "continuar por este camino".

La presidenta mencionó a los casi 40 millones de brasileños que salieron de la pobreza en los últimos doce años y aseguró que el país ha mantenido el "orden económico" a pesar de la crisis global, que consideró como una de las peores de la historia. 

"Evitamos que la crisis entrase en la casa de los brasileños y que se interrumpiera el ciclo de cambios que venía desde Lula", dijo Rousseff, quien resaltó que en Europa y Estados Unidos "millones de empleos han sido destruidos" por la crisis.

"Aquí, por el contrario, el empleo aumentó y millones de personas siguen saliendo de la pobreza", declaró.

Admitió, sin embargo, que la crisis "afectó" al país y "redujo el ritmo de crecimiento económico", pero aseguró que su Gobierno "defendió lo principal", como el empleo y la ayuda a los más pobres. 

En medio del clima de desconfianza que existe en torno a la economía brasileña, Rousseff invitó al optimismo. "Un pesimista desiste antes de comenzar", declaró la presidenta, tras lo cual un locutor apuntó: "Y Dilma no desiste".

En los casi doce minutos de que dispone, Rousseff fue mostrada junto a trabajadores, estudiantes y empresarios y en muchos de sus viajes al exterior. Pero también apareció en imágenes en las que se la ve cocinando o cuidando el jardín de su residencia oficial.

"Dilma, una mujer que se despierta temprano y trabaja mucho" como "cualquier ama de casa", indicó el locutor en un claro intento de aproximar a la presidenta a la realidad de muchas mujeres. 

Hasta el próximo 2 de octubre cada candidato tendrá un tiempo gratuito en televisión, que se ha definido en función del número de partidos con representación parlamentaria que lo apoyan.

La propaganda en televisión será transmitida tres días por semana y Rousseff dispondrá de casi 12 minutos, frente a los cerca de cinco minutos con que contará el socialdemócrata Aécio Neves. 

El Partido Socialista Brasileño (PSB) postulaba a Eduardo Campos, quien falleció el pasado miércoles en un accidente de aviación y, según ha adelantado esa formación, será sustituido por la ecologista Marina Silva. 

La designación será oficializada mañana, por lo que el PSB usó su espacio para emitir mensajes de Campos grabados antes de su muerte.

Según un sondeo difundido este lunes por la firma Datafolha, el primero realizado tras la muerte de Campos, Rousseff lidera las intenciones de voto con un 36 %. Enseguida se sitúa Silva, que, con un 21 %, desplazó del segundo lugar a Neves, que tiene un 20 %.

Sin embargo, la gran sorpresa fue que, en la segunda vuelta que forzarían esos resultados, Silva sería elegida presidenta, con un 47 % de los votos, frente al 43 % que obtendría Rousseff.