El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy que está abierto a recibir nuevas ofertas de las empresas que compiten en la licitación para vender aviones de combate a la Fuerza Aérea brasileña.
Lula dijo que la fuerza aérea debe hacer una evaluación técnica de las tres ofertas que Brasil estudia, "pero la decisión (de compra) es política y estratégica y esa decisión es del Presidente de la república y nadie más".
Pese a que el lunes anunció el inicio de negociaciones con la francesa Dassault, fabricante del avión Rafale, para la adquisición de 36 aviones de combate, el mandatario aseguró que otras empresas podrán hacer nuevos ofrecimientos para mejorar su competitividad en la disputa.
"Estamos en un proceso de hacer un buen análisis, es importante que los proveedores ofrezcan cada vez más", afirmó Lula a periodistas en un astillero de la localidad nororiental de Ipojuca, donde inauguró el primer buque producido bajo el programa oficial de modernización de la flota naval.
La fuerza aérea confirmó tal posibilidad en un comunicado divulgado el viernes en el que anunció que informó a las tres empresas participantes que podrán presentar propuestas para mejorar los aspectos que serán considerados en el proceso de selección.
Posteriormente informó que dio de plazo hasta el 21 de septiembre para la presentación de las nuevas propuestas, y anticipó que a fines de octubre espera tener listo el análisis técnico de los tres modelos.
En la disputa participan también la estadounidense Boeing con el F/A-18 Super Hornet y la sueca Saab con el Gripen.
La institución militar precisó que los elementos considerados son nivel de transferencia de tecnología, dominio del sistema de armas usado por Brasil, acuerdos de compensación y participación de la industria brasileña.
Lula admitió que inició conversaciones con Dassault porque recibió garantías del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre transferencia de tecnología, producción de aviones en Brasil y disponibilidad para vender naves en el futuro en América Latina.
"Si alguien quiere ofrecer más, estamos abiertos. Una negociación es así", expresó el gobernante brasileño.
Brasil no ha comentado el valor que tendría la operación, pero fuentes francesas han indicado que el valor alcanzaría 5.000 millones de euros (7.280 millones de dólares) por el Rafale.
El avión francés ha sido señalado como el más caro de los tres que participan de la licitación, aunque uno de los temas negociados con Dassault es la reducción del precio. El Rafale no ha sido vendido a ningún país fuera de Francia.
Fuentes de la fuerza aérea han comentado que el Gripen tiene la ventaja de ofrecer el precio más bajo de los tres, además de que es un proyecto en marcha, lo que permitiría que técnicos brasileños participen del desarrollo de algunos de sus componentes más avanzados.
En cuanto a Boeing, la embajada estadounidense emitió esta semana un comunicado en el que aseguró "la aprobación del gobierno de Estados Unidos para transferir a Brasil las tecnologías avanzadas asociadas al F/A-18 Super Hornet".
Las restricciones de Washington a transferir tecnologías avanzadas ha sido señalado como el principal obstáculo para la compra del avión norteamericano.
Lula aseguró que "tenemos mucho tiempo para decidir, porque no tengo que decidir mañana o pasado mañana, puedo decidir cuando quiera".