El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó este viernes que el mal tiempo podría no ser la causa del apagón descomunal que dejó a un tercio de la población del país sin electricidad y añadió que esperará a que concluya una investigación federal sobre el problema para saber qué sucedió.
Lula se despegó de las afirmaciones de su ministro de Energía, quien dijo que los relámpagos, el viento y la lluvia afectaron algunas líneas de transmisión, luego de que las imágenes satelitales del propio gobierno mostraron que los rayos no cayeron lo suficientemente cerca ni tuvieron tanta fuerza como para causar semejante daño.
"Tiene que haber una investigación que siga todas las pistas para descubrir lo que de verdad sucedió", dijo el presidente en Sao Paulo. "Si el sistema es robusto y eficiente como creemos, y producimos la energía que queremos, ¿por qué tuvimos este desastre?"
El apagón que afectó a 18 de los 26 estados de Brasil dejó sin luz a 60 millones de personas y a siete millones más sin servicio de agua potable después de que la energía de la enorme represa de Itaipú, de donde proviene un quinto de la energía eléctrica de Brasil, quedó completamente paralizada.
El suceso además desató dudas sobre la capacidad de Brasil de proveer energía durante el Mundial de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro.
El ministro de energía de Brasil, Edison Lobao, realizó una conferencia de prensa menos de 24 horas después del apagón y dijo que se produjo cuando rayos, viento y lluvia afectaron las líneas de transmisión que van de Itaipú a dos subestaciones eléctricas en el estado de Sao Paulo. Agregó que tres transformadores sumamente importantes tuvieron un cortocircuito por el clima.
Los expertos inmediatamente cuestionaron que una tormenta con menos intensidad que un huracán pudiera causar una falla eléctrica tan grave. El Instituto Nacional de Investigación Espacial dijo que los rayos más cercanos cayeron a 10 kilómetros (6 millas) de cualquier línea de transmisión. Otros observadores señalaron que los transformadores están hechos para resistir las fuertes lluvias que son comunes en el país.
El presidente dijo que aún no hay respuestas firmes. "Estamos en una etapa de investigación", señaló. "Cuando concluyamos esta fase comenzaremos otra más objetiva con resultados concretos".
Lula pidió una investigación federal sobre las causas del apagón el jueves, cuando estaba claro que casi nadie quedó satisfecho con las explicaciones de Lobao.
Poco después del apagón surgieron varios pleitos dentro del gobierno. Jorge Miguel Samek, director de Itaipú Binacional, la agencia a cargo de la represa, dijo que el problema no tenía nada que ver con el proyecto hidroeléctrico, sino con una falla de las líneas de transmisión. Poco después Furnas Centrais Eletricas, la compañía eléctrica que vigila las líneas informó que no había observado problemas con ellas.
Lula convocó el miércoles a todos los involucrados a una junta en Brasilia y al final de ésta los asistentes se alinearon con Lobao para culpar a la tormenta de la falla. Pero para el viernes Lula exigía una investigación.
La falla eléctrica se produjo tres días después de que el programa noticioso "60 Minutes" de la cadena estadounidense CBS reportó que otros dos apagones masivos en Brasil fueron provocados a propósito por piratas cibernéticos, o "hackers".
Lobao evitó responder directamente a una pregunta sobre el papel de los piratas cibernéticos durante la conferencia de prensa del miércoles y Lula rechazó las preguntas sobre si el apagón fue el resultado de un complot.
"No hay ninguna razón para que alguien crea que esto fue algo mayor de lo que realmente pasó", dijo.