El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que, aunque cualquier cosa puede ocurrir, confía en que Río de Janeiro será elegida el próximo viernes como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, honor por el que compite con Madrid, Chicago y Tokio.

El gobernante brasileño afirmó que esta semana viajará a Copenhague, en donde se reunirán los electores del Comité Olímpico Internacional (COI), para asistir a la votación, y que espera regresar a Brasil con una victoria.

"Se trata de una disputa. Si no ganamos, nos prepararemos para otra. Pero creo que vamos a regresar de Copenhague con una victoria", afirmó Lula en su programa semanal de radio Desayuno con el presidente.

Según el jefe de Estado de Brasil, Brasil es el único de los países en disputa que nunca ha organizado unos Juegos Olímpicos, así como el único de los 10 países con mayor Producto Interior Bruto (PIB) del mundo que nunca ha sido sede del evento.

"Brasil forma parte de los diez países más ricos del mundo y es el único que no realizó unos Juegos Olímpicos. Brasil, además, está en una situación de estabilidad económica y de posibilidad de crecimiento que permiten convencer a cualquiera de las buenas condiciones del país para realizar unos Olímpicos", afirmó.

"Yo he dicho que esos son factores determinantes porque, mientras que para los otros países se trata apenas de otros Juegos Olímpicos, para Brasil será la autoafirmación de un pueblo, de la autoestima de un pueblo a flor de piel", agregó.

Aseguró que le envió cartas a todos los electores del COI explicando esos argumentos y que espera que ellos "comprendan que Sudamérica, que cuenta con 180 millones de jóvenes, merece realizar unos Juegos Olímpicos".

Según Lula, mientras que España y Japón ya organizaron unos Juegos Olímpicos y Estados Unidos organizó cuatro, la Unión Europea se prepara para organizar los decimoséptimos en Londres en 2012, en tanto que toda América Latina apenas fue sede de los de México en 1968.