El ex Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, minimizó hoy la atención mediática otorgada al inicio del juicio a miembros del PT acusados de corrupción, en un escándalo que en 2005 causó la peor crisis de su gobierno. Y aprovechó para ratificar que no se presentará a las elecciones presidenciales de 2014, en las cuales trabajará por la reelección de la Presidenta Dilma Rousseff.
"Tengo otras cosas para hacer que eso (seguir por TV el juicio), quienes tienen que seguir el juicio son los abogados", dijo el ex mandatario (2003-2010).
El Supremo Tribunal Federal (STF) inició hoy su mayor juzgamiento de la historia, por la cantidad de acusados, son 38, del escándalo del "mensalao", la acusación del pago de sobornos a parlamentarios por parte del Partido de los Trabajadores (PT).
El caso, que según el PT fue una contabilidad ilegal de campaña electoral y su repase para aliados y no sobornos a parlamentarios, está en el centro de la agenda mediática.
El principal acusado por el procurador general de la República, Roberto Gurgel, de comandar la red de corrupción, es el ex brazo derecho de Lula José Dirceu, hombre fuerte del PT y quien debió renunciar al ministerio coordinador por la acusación.
Lula habló con periodistas sobre el inicio del juicio al recibir un premio por parte de la Unión Brasileña de Biodiesel y Biokerosene y la Asociación de Productores de Biodiesel de Brasil.
De buen humor y en un discurso de 30 minutos pese a los problemas en la voz a causa del cáncer laringe, Lula volvió a decir que no será candidato, ante varios miembros de la platea que le pidieron que regrese a la presidencia.
"No necesito volver porque ya volví. No voy a parar, estoy aquí 'enterazo' para ayudar a Dilma a ser electa una vez más", afirmó el ex sindicalista, considerado el Presidente más popular de la historia, tras haber dejado el cargo con el 87% de popularidad.
Lula aconsejó a los empresarios que reclaman aumentar la participación del biocombustible en la matriz energética "conversar con Dilma porque el que no llora no mama".
El jefe político de Rousseff pronosticó que pese a la crisis europea Brasil terminará el año con crecimiento económico y defendió los programa sociales que permitieron el ascenso social de 40 millones de personas. "Creamos un Brasil de nuevos consumidores, este país llegó a un nivel en el mundo en el que nunca había estado", celebró.