El sufrido romance entre Edward y Bella, los protagonistas de la saga Crepúsculo y de su más reciente entrega, Luna Nueva, que debutó en salas locales ayer, tiene monopolizada la atención del público adolescente a nivel mundial. La cinta ya se anotó el tercer mejor debut histórico en EE.UU., y en Chile vendió anticipadamente 22.621 entradas. Ayer, Cine Hoyts reportaba hasta las 18 horas unas siete mil entradas vendidas y sus funciones después de las 18.30 en su sucursal de La Reina, estuvieron agotadas. Así, su distribuidora proyectaba a lo menos 110 mil personas hasta el domingo. Pero aunque las cifras resultan elocuentes, la franquicia vampiresca sólo viene a confirmar un fenómeno que se viene gestando desde hace tres años: el público sub-20 es, por estos días, el predominante de la taquilla cinematográfica.
Basta mirar los datos de los estrenos más vistos de este año en Chile. De los cinco primeros puestos, sólo una de las cintas no estaba dirigida al público adolescente o infantil. Y en el top ten se colaron apenas tres títulos derechamente para adultos. La pionera fue High School Musical, en 2006. Aunque se trataba de una modesta película para la TV, se convirtió en un fenómeno multimedial y llamó la atención de la industria de la entretención a una audiencia que estaba lista para correr a los cines en masa. En Chile, por ejemplo, según un estudio realizado por la agencia de medios Starcom, un 34% del público de los cines tiene entre 12 y 24 años. En EE.UU. el fenómeno se repite, donde los jóvenes entre 12 y 17 años son el segmento de edad que más acude a las salas.
"El público adolescente es el que más tiempo libre tiene y por eso van más al cine. Las películas dirigidas a ese segmento son las que mejor funcionan en Chile a nivel de éxito masivo", explica Carlos Hansen, gerente general BF, la compañía distribuidora de la saga Crepúsculo.
Así se derriban los mitos de que internet y otras tecnologías le quitaron espacio al "anticuado" cine, y de que éste resulta "demasiado caro" para gente que no tiene ingresos propios. Lo importante, explican, es que los largometrajes se han hecho lo suficientemente relevantes para el público juvenil como para que invierta el dinero que sí tienen en entradas para las salas de cine.
Además, en los últimos años, a nivel mundial, el poder adquisitivo de este segmento ha aumentado. "A los 13 ó 14 años, hoy en día los niños tienen muchos argumentos, gustos propios, recursos y, de alguna forma, dirigen hacia dónde van a dirigir su consumo de manera independiente", explica Sebastián Freund, productor ejecutivo del área dramática de Canal 13, que tiene en pantalla la teleserie adolescente Corazón rebelde y que prepara para el próximo año una producción sobre hombres lobo que se llamará Luna llena.
Según Carlos Hansen, el fenómeno de Luna nueva tiene otro elemento: se trata de una saga con un público objetivo casi exclusivamente femenino. "Un 90% del público son mujeres", asegura, y lanza una teoría: "Tiene que ver con que el libro y cómo Stephanie Mayer (la autora) logró plasmar el ideal de muchas mujeres y por eso el fanatismo es tan grande".