No necesitaban mirarse dentro de la cancha. Casi por instinto, el argentino  Jorge Luna sabía donde podía encontrar a Roberto Gutiérrez, delantero nacido en Curacaví y formado en Universidad Católica. El atacante también adivinaba el momento preciso en que un balonazo del mediocampista podía dejarlo en posición de batir al arquero rival.

Ambos conformaron una sociedad letal. Que hizo sufrir a las defensas rivales y que le dio jugosos beneficios a Santiago Wanderers, con un total de 21 tantos.

Entre ambos sobran la complicidad y los elogios. "Roberto es un gran jugador. Yo disfruto mucho tenerlo de compañero. Afuera, quizás no seamos tan amigos, porque él no vive acá. Pero en la cancha nos entendemos perfectamente. Y eso, a la larga, es lo que importa, porque beneficia a todo el equipo", valora el transandino, nacido en Tigre y quien debutó en Deportivo Armenio. "Jorge es un jugador desequilibrante. Yo intento acomodarme en el campo, marcarle la jugada. Se le hace fácil encontrarme, porque tiene una gran visión de campo", devuelve el ex cruzado.

Los números también son elocuentes. Ambos fueron los goleadores del equipo campeón. Pájaro acumuló 11 goles, uno más que su cómplice ofensivo. Eso, sin considerar las asistencias de uno para el otro. Luna registra apenas tres tantos de penal, lo que comprueba su importancia en la ejecución del juego wanderino y su capacidad para desdoblarse y meterse en el área. Sumada la eficacia de ambos, se concluye que fueron la pareja ofensiva más efectiva del torneo. Superaron a Gustavo Canales y Patricio Rubio, quienes aportaron 20 conversiones al título de Universidad de Chile.

Encuentro fácil

Ambos se respetan y no dudan en elogiarse mutuamente. "Roberto sabe muy bien los movimientos que debe realizar el equipo. Entonces, se me hace muy fácil encontrarlo. Cuando vine, sabía que habría buenos jugadores. Estando acá, superaron mis expectativas. Gutiérrez es uno de esos jugadores que uno agradece tener como compañero. Por suerte, puedo aprovecharlo", insiste el 10 caturro.

"La capacidad de Jorge sorprendió a muchos. Pero si uno mira lo que fue capaz de hacer en Estudiantes de La Plata, advierte que siempre ha sido un gran jugador, que tiene grandes condiciones. Es un volante que causa daño, talentoso. Siempre maneja cinco opciones para entregar el balón y esa es una cualidad que no cualquiera tiene", explica.

Ambos forman parte fundamental del proyecto deportivo de Santiago Wanderers para la próxima temporada. Ambos se ilusionan con disputar la Copa Libertadores. Para eso, deben ganar la liguilla. Gutiérrez (31 años) tiene contrato con el club y no planea moverse. Dice que está cómodo en la Quinta Región. Por Luna (27 años), los porteños han recibido algunos sondeos, pero tampoco pretenden dejarlo partir. Es más, están dispuestos a comprarle la mitad del pase al equipo transandino, que tasó esa fracción en un millón de dólares.