Menos de un semana estuvo desaparecido el óleo del pintor José Pedro Godoy, que fue robado el viernes pasado desde una de las salas del Museo Nacional de Bellas Artes, donde integraba la muestra Historia violenta y luminosa, que reúne cerca de 50 obras del artista de 30 años. La noche de este jueves, el OS9 de Carabineros dio con el paradero del cuadro, avaluado en$ 700 mil, en la comuna de Peñalolén, donde fue hallada en el bolso de un indigente, Juan Pablo Quezada (50), a quien Carabineros identificó luego de que una testigo afirmara que el hombre intentó venderle la obra afuera del Mall Plaza Egaña en La Reina.
En principio, el sujeto negó las acusaciones, pero luego de que la obra fue encontrada en su bolso, reconoció haberla hurtado; afirmó que no pretendía venderla sino que se la llevó porque le gustaba. Según relató Javiera García, de la Dirección de Investigación Criminal OS9, Quezada habría visitado antes, por lo menos en dos oportunidades, la muestra, y al darse cuenta de las escasas medidas de seguridad que habían en la sala, regresó el viernes 3 de febrero, a eso de las 18.15, hora del cierre, para descolgarla, guardarla en su ropa y llevársela, sin que ningún guardia lo viera.
Ayer en horas de la tarde y luego de ser detenido, el sujeto sería formalizado por la Fiscalía Centro Norte; sin embargo, por una descompensación fue trasladado al Hospital Barros Luco, donde se mantendrá internado hasta el lunes, día para el que fue aplazado el control de detención.
Según los antecedentes recabados por el OS9, Juan Pablo Quezada vive desde 2014 en situación de calle y suele pasar las noches en la intersección de Violeta Cousiño Norte con pasaje Las Loicas, donde fue encontrado por Carabineros. Además, cuentan que pese a su alcoholismo, que le habría ocasionado la descompensación de ayer, Quezada "ha mostrado interés en las actividades de los museos, y testigos lo han visto en cafés donde suele llevarse los diarios. Parece una persona educada", afirma Javiera García del OS9.
Juan Pablo Quezada fue identificado gracias a varias diligencias, entre ellas, la revisión y cotejo de las cámaras de seguridad del museo donde se registró el robo de la obra, y otras imágenes obtenidas desde el Mall Plaza Egaña.
Retorno de la obra
Debido a que Quezada no pudo ser formalizado, el director del Museo de Bellas Artes, Roberto Farriol -quien en primera instancia presentó la denuncia- tampoco ha hecho reconocimiento en vivo de la obra, ni se ha reunido con el fiscal de la Zona Centro Norte a cargo del caso, Marcelo Cabrera, para definir cuándo podría ser devuelto el cuadro al museo o a su dueño, José Pedro Godoy, quien se encuentra fuera de Santiago. Lo más seguro es que eso se resuelva durante el día lunes, luego de que el fiscal tenga conocimiento de todos los antecedentes y se reúna antes con el imputado.
En tanto, la primera muestra individual del artista en la pinacoteca nacional, que tiene fecha de cierre para el 19 de marzo, se mantendrá cerrada. Por lo pronto, el Museo Nacional de Bellas Artes trabaja en reforzar sus medidas de seguridad, las que arrastran falencias desde hace años.
Según Farriol, ya se ha reforzado el circuito de TV de alta resolución y se instalarán más sensores. "Este era un plan que veníamos trabajando y que pensábamos implementar este año, pero el robo aceleró el proceso. Junto con el director de la Dibam, Angel Cabeza, nos hemos dado plazo para en marzo-abril tener resuelta una mayor dotación de vigilantes, ya que ese es un tema crucial. Debemos tener un guardia por sala", señaló Farriol ayer.
Además, el director del museo instruyó el inicio de un sumario interno para determinar las responsabilidades administrativas de funcionarios en el hurto y saber qué parte del protocolo establecido de seguridad falló.