Las autoridades de Luxemburgo declararon la insolvencia del Espirito Santo Financial Group (ESFG), principal accionista del extinto banco Banco Espirito Santo (BES) y de su filial Espírito Santo Financiere S.A. (Esfil) por no poder afrontar sus pagos y no tener acceso a crédito.

Una vez negada la semana pasada la gestión controlada que habían pedido, la entrada en insolvencia de las dos firmas del universo Espírito Santo ya se esperaba.

El principal accionista del colapsado Banco Espírito Santo (BES) y su filial, ambos con sede en Luxemburgo, habían solicitado entre fines de julio y comienzos de agosto acogerse a la llamada "gestión controlada", figura jurídica similar al concurso de acreedores.

Con la entrada en un proceso de insolvencia, la venta de activos de ambas compañías será más acelerada con el objetivo de resarcir a los acreedores.

Rioforte y la Espírito Santo International (ESI), otros dos ramos del universo del Espírito Santo, también pidieron acogerse a la "gestión controlada", aunque todavía no hay una decisión judicial al respecto.

Las irregularidades contables y de gestión del complejo entramado Espírito Santo abocó al Banco Espírito Santo (BES), el tercer mayor banco portugués con activos equivalentes a la mitad del PIB luso, a la quiebra.