En 2008 la ONG Instituto Ferroviario terminó un estudio que consistió en contabilizar los rieles que aún quedaban en las calles de la capital de la época en que había funcionado el tranvía eléctrico (1900 y 1959). El conteo arrojó más de 20 kilómetros, de los cuales los miembros de la entidad se plantearon recuperar 2,5 concentrados en el barrio Yungay.

Pese a que lo propusieron entonces ante las autoridades del municipio de Santiago, la propuesta no fructificó. Hoy, sin embargo, las conversaciones están más avanzadas. "La nueva administración marca una diferencia sustancial en el apoyo a esta iniciativa, porque la alcaldesa Tohá tiene interés en rescatar todo lo que sea de interés patrimonial", dice Santiago Vera, presidente del Instituto Ferroviario.

Fuera de eso, la entidad está en coordinación con la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan), que es una organización sin fines de lucro que incentiva el rescate patrimonial de esta zona. Con ellos buscan conseguir el financiamiento, destinado a reparar los rieles, unir tramos descontinuados y reparar un antiguo carro del tranvía.

Entre ambas instituciones estiman que el proyecto debiera estar funcionando en 2015.

"Tomamos como ejemplo el tranvía de Caballito, en Buenos Aires, y el de Santos, en Brasil y vimos un potencial para la ciudad", explica Vera, quien agrega que en 2008, miembros de su organización encontraron un antiguo carro de tranvía en el balneario de Maitencillo, el cual compraron para repararlo. "Estaba en pésimo estado y desde ese momento comenzaron a restaurarlo en el Museo Ferroviario de la Quinta Normal. Ya lleva un 50% de avance", comenta Vera, quien agrega que para terminar la restauración del carro requieren de cerca de $ 300 millones todavía.

CARROS ADAPTADOS
La preocupación por rescatar o conservar el patrimonio de Santiago centro es una preocupación de la alcaldesa Carolina Tohá. Es por eso que este año el Instituto Ferroviario retomó las conversaciones con el municipio.

La idea es habilitar un circuito de 2,5 kilómetros que una el barrio Yungay con la Quinta Normal (ver infografía). "Es una iniciativa atractiva para recorrer áreas relevantes de la comuna, incluyendo sectores que están protegidos. Ahí hay no sólo un valor tangible, sino que también uno intangible", explica la encargada de la Subdirección de Patrimonio de la Municipalidad de Santiago, Mireya Danilo.

Los viajes serán a bordo de un añoso carro, el "Brill 757", fabricado en 1931 por la compañía J.G. Brill Company, de Philadelphia, EE.UU. A éste aún le falta incorporar un motor diésel, ya que los rieles no serán electrificados, como antaño. "Sería más caro hacer que funcionara con luz, porque sería necesario reinstalar electricidad en todo el trazado", indica Vera.

En un comienzo, el recorrido sólo funcionaría los sábados y domingos, entre las 11.00 y las 18.00 horas. Pero no se descarta que en adelante, circule de martes a viernes para hacer viajes especiales, sobre todo para colegios de la comuna.

Para Mireya Danilo, cuando la idea se concrete atraerá a los turistas que buscan conocer lugares más patrimoniales de la ciudad.

La autoridad agrega que la experiencia les servirá como un "piloto" para evaluar soluciones al transporte público. "Creemos que el tranvía sería una excelente opción", asegura.

En tanto, el presidente de Cordesan, Claudio Maggi, cuenta que en los próximos meses comenzarán una etapa de anteproyecto, es decir, la entidad encargará a una empresa la realización de un diseño que chequeará que la ruta escogida sea la más adecuada. La misma empresa deberá estudiar cómo debería quedar el carro para que pueda funcionar de manera correcta.

"Esperamos partir el estudio de factibilidad en 2014, para comenzar las obras en 2015. El municipio no cuenta con los recursos, por lo que queremos atraer a los privados a participar de esta iniciativa", remata Maggi.