Macarena Cabrillana alcanzó su mejor ránking (16º) tras su exitoso paso por el Chile Open, el torneo de tenis en silla de ruedas más importante del país y ya se apronta a viajar a Europa por un cambio en su carrera. Sus auspiciadores financiarán una moderna silla de ruedas que promete subir su rendimiento, y con la cuál buscará el asalto al top ten.

¿Qué te pareció el Chile Open? ¿Cómo te sentiste en la cancha durante todo el

torneo y específicamente en la final?

Fue un gran torneo para mí. Venia de estar fuera de competencia por 6 meses, por lo que lograr un ritmo de competencia después de tanto tiempo fue un gran desafío. Pude jugar bien y mejorar muchos aspectos que estuvimos trabajando. Además disfrutar la instancia de competir en Chile, con mi equipo, familia y amigos apoyando, me dejó muy contenta.

En la final de singles me sentí bien y luché hasta el final, pero el juego de mi rival fue superior y mereció el triunfo. Pude salir campeona en dobles y me saqué quité las ganas.

Alcanzaste el mejor ránking de tu carrera y ya eres la 16ª mejor tenista del

mundo, ¿Cómo evalúas el logro?

Es una satisfacción muy grande. Fruto de todo el esfuerzo de estos años. Ha sido mucho

sacrificio y dedicación. Entonces es rico sentir que de a poco se van viendo los grandes resultados. Sé que puedo hacer más, mejorar mi juego y llegar aún más lejos.

Ahora viajas a Europa por una nueva silla de ruedas…

Después del Mundial por equipos en Italia (del 1 al 7 de mayo), viajaré a Amsterdam para poder comprar una nueva silla deportiva cuyo costo es altísimo y supera los 11 mi euros (8 millones de pesos), lo mismo que un auto. Mi principal auspiciador, el Banco de Chile va a financiarme el total de esta silla, y Motorola, me va a ayudar cubriendo los dos viajes que debo realizar a Holanda. En el primero -después del Mundial- me tomaran las medidas y haremos algunas pruebas con los moldes del asiento y la silla. El segundo viaje, que será de 4 días en agosto, iré a buscarla y ajustaré los últimos detalles de la configuración.

¿Cuánto mejorará tu rendimiento con esta nueva silla?

Bastante. Si bien no puedo decir que depende únicamente de esto, ya que tiene que ir de la mano con una buena preparación física y más horas de entrenamiento, va ayudar muchísimo por dos factores. El peso de la silla –el marco es de aluminio y el asiento es de fibra de carbono- es considerablemente menor a otras, lo que influye directamente en la velocidad con la que me voy a desplazar en la cancha. Por su parte, el asiento tiene una tecnología muy moderna y se ajustará perfectamente a mi cadera y piernas. Eso permite una mayor continuidad del movimiento al mover mi tronco y evita a la vez posturas viciadas, ya que con este asiento no queda ningún espacio entre su superficie y mi cuerpo. Volaré con esta silla nueva.

¿Cuáles son las metas una vez que te adaptes?

La adaptación no es tan larga, yo creo que en un mes ya podría estar 100% acostumbrada. Quiero mantener el buen ranking y si es posible, mejorarlo para estar

dentro de las 15 mejores del mundo. Pareciera que fuera poco querer subir sólo un par de peldaños, sin embargo, esa alza significaría tener que conseguir bastantes puntos. Hay que hacer muy buenos resultados en varios torneos de categoría donde participan las mejores del mundo. Por eso los pequeños detalles marcan una gran diferencia.

¿Jugarás Grand Slams?

Lamentablemente no. Aún no puedo jugar Grand Slams ya que en el tenis en silla estos cuatro torneos -Australia, Roland Garros, Wimbledon, y US Open- no son abiertos como

sí lo son en el tenis convencional. Para nosotros es con invitación, reservada para los

mejores del mundo en hombres y mujeres. Es una modalidad que al resto no nos gusta mucho. Hemos hecho quejas a la ITF al respecto, no obstante aún no se ven cambios. Espero que pronto se pueda abrir más el cuadro para poder disputarlos y cumplir el sueño de ganar al menos uno.

¿Qué le falta al tenis en silla de ruedas chileno para que crezca más?

Lo mismo que a los demás deportes en Chile salvo el fútbol: apoyo y recursos. Faltan escuelas formativas, gente capacitada para guiar a los que tengan condiciones.

Si bien es importante entrenar y mejorar técnicamente, también lo es competir en 8 u 10 torneos al año, para optar a un buen ránking internacional. Además la competencia permite abordar y mejorar aspectos que nunca se van a superar en entrenamientos.

Chile tiene una estrategia de apoyo con un enfoque muy poco inteligente. Hay que invertir pensando en el futuro si realmente queremos que los deportistas olímpicos y paralímpicos tengan buenos resultados cuando vayan a competir afuera. Si no le damos la chance, a los que vienen de más abajo es muy difícil que puedan tener resultados a futuro.

¿Cómo afectan los líos de la Federación al tenis Paralímpico?

Por suerte, no nos afectan en nada, ya que no dependemos de ellos. Hubo un tiempo que si dependíamos en algunas cosas, por ejemplo cuando representábamos a Chile en competencia por equipos. En esas instancias las experiencias no fueron las mejores, ya

que se produjeron retrasos de meses en los pagos a los entrenadores, o en los viáticos para poder viajar. Entrenar en la Federación era pasar malos ratos. Nos pasaban las ultimas canchas, que por lo general nunca son las mejores, además de que las instalaciones y los accesos para sillas de ruedas son bastante pobres.

Hoy el tenis paralímpico depende 100% del Comité Paralímpico de Chile. La relación con la institución es muy buena, con más oportunidades, mejor manejo de los recursos y más transparente.

¿Cuál es tu opinión sobre la actual situación de la Fetech?

No estoy muy informada, pero no me sorprende. La FTCh por años siempre ha dado más noticias por problemas como estos que por cosas positivas. Espero que pronto, se acaben los conflictos se pueda parar definitivamente con todos estos problemas que sin duda son una vergüenza para los tenistas chilenos.

¿Cuál es tu referente en el tenis?

Nicolás Massú y Rafael Nadal. Tienen mucho en común por su garra y pasión por el tenis. Yo soy más guerrera, me toca luchar mucho en los partidos, a veces mientras más lucho mejor juego, mientras más cansada estoy mejor lo paso. Ahí me veo reflejada en ellos. Si por algo quiero que se me recuerde en el futuro, más allá de los títulos que gane, es por como fui como deportista, tenista y persona.