El santuario inca de Machu Picchu es un icono tan potente que, a pesar de que oscurece otros atractivos de Perú, todavía tiene mucho que hacer por el turismo en este país, afirmó en Lima el gerente general de la consultora española Inmark, Victor Gorga.
En un mercado turístico donde la demanda busca cada vez más introducirse en una historia y un mundo, el experto español opinó que la imagen de Machu Picchu puede ser para Perú lo que para España fue el toro de Osborne, un símbolo que en el país europeo pasó de anuncio de licores a imagen de una identidad turística.
ICONOS
"Los iconos hay que mantenerlos. Alguna gente reniega de esa imagen, es cierto, pero el turismo se mueve por estereotipos", afirmó Gorga en una entrevista.
"Hay una larguísima tradición cultural, representada por Machu Picchu, pero que aún no tienen un hilo conductor, y eso tiene un gran valor como recurso turístico. Hasta ahora no se ha sabido plasmar, interpretar para que la gente lo disfrute", agregó el gerente de Inmark.
El objetivo es dejar muy claro al posible turista qué significa Perú, "qué representa, qué ha aportado, incluso con un componente lúdico y formativo" y, de ese modo, diferenciarse y solucionar la confusión que muchos extranjeros aún mantienen entre, por ejemplo, "incas, mayas o aztecas".
Según Gorga, el icono de Machu Picchu "es tan fuerte que muchas veces arroja sombras sobre el resto del país", pero precisamente ahí es donde también debe trabajar Perú: en mejorar y ampliar su oferta de productos turísticos, diversificándola.
GASTRONOMIA
La gastronomía, que en Perú vive un gran crecimiento en los últimos años, es un ejemplo de esta ampliación de la oferta. "La gastronomía adquirió importancia, en cualquier destino se convirtió en un atractivo con un peso cada vez creciente, pero no fundamental, nadie cruza el océano para comer", resumió Gorga.
El español, que diseñó estrategias de promoción del turismo para gobiernos como el colombiano y el peruano, resaltó la importancia de elevar el nivel de calidad de los servicios turísticos, pero siempre buscando la "homogeneidad".
En su opinión, más vale un nivel medio general bueno, que unos pocos lugares excelentes en una generalidad mediocre.
DESARROLLO
Otro aspecto vital para el desarrollo del turismo en Perú, que según Gorga tiene un gran futuro por la unión de estabilidad económica, política y seguridad pública, es tener claro que es un negocio "a muy largo plazo".
Perú, que según Gorga ya tiene una de las mejores imágenes turísticas entre los países de América Latina, todavía no exploró otros terrenos para los que su capital está especialmente bien situada, como el "turismo de negocios".
De igual manera que muchas ciudades del centro de Europa se han convertido en lugares ideales para reuniones de negocio o escalas aéreas por su situación geográfica, Lima podría cumplir esa función en Sudamérica, para lo que precisa de infraestructuras, así como hoteles y centros de reuniones. "El turismo es un negocio estratégico, pero también es un negocio finito. A veces trabajamos con elementos artificiales, pero normalmente con patrimonio, naturaleza, que son cosas que hay que explotarlos de manera racional, si no, hoy tienes negocio, pero mañana te quedas sin él", afirmó.