La gran puerta negra de la Morgue Judicial está prácticamente tapizada con imágenes y homenajes a Santiago Maldonado. Ubicada en pleno corazón de Buenos Aires, el lugar está repleto de velas que se mantienen encendidas, existen un par de carteles que reclaman justicia y ramos de flores en su honor. "Santiago, eres un ser solidario", "Dejamos ir a un ángel", "El pueblo está de tu lado", se lee en algunos afiches. Aquí yace el cuerpo del joven que desapareció el 1 de agosto en el sur de Argentina y que fue encontrado el martes en el Río Chubut. La tarde del viernes, la familia confirmó que el cadáver hallado en esas aguas correspondía a Santiago.
Muchos culpan a la Casa Rosada, ya que el joven se manifestaba junto a los mapuches de la zona y la protesta fue dispersada por gendarmería (policía militar), que depende del gobierno.
No obstante, las primeras conclusiones de la autopsia revelaron la noche del viernes que Santiago no presentaba lesiones y su cuerpo llevaba más de 60 días en el agua. A pesar de que aún falta que se analice en mayor profundidad, los resultados preliminares apuntan a que Maldonado habría muerto ahogado.
El hallazgo del cuerpo se tomó la agenda política y puso en segundo plano la campaña de las elecciones legislativas que se llevarán a cabo hoy para renovar un tercio del Senado y casi la mitad de la Cámara de Diputados. El Presidente Mauricio Macri llamó el viernes a la madre de Santiago, Stella Maris Peloso, lo que enfureció a Sergio Maldonado, el hermano mayor del joven desaparecido, quien llamó a castigar al gobierno con el voto, según dijo al diario La Nación.
A pesar de que el caso sacudió al país, los analistas estiman que es difícil que afecte en profundidad los resultados de las elecciones. Para Macri estos comicios son cruciales. No sólo porque busca repetir lo que hizo su conglomerado, Cambiemos, en las primarias, sino porque necesita un triunfo para consolidarse como la principal fuerza política a nivel nacional y apostar por la reelección en 2019. Y, además, para llevar adelante las reformas que aún le quedan pendiente. A pesar de que se estima que tendrá minoría en el Congreso, tendrá mayor acción para poder pactar.
El gobierno apunta a obtener una victoria en 13 de las 24 provincias y busca acortar las distancias en los distritos donde perdió por mayor margen. En las primarias, Cambiemos logró 10 victorias en las provincias y el kirchnerismo seis, al igual que el Partido Justicialista (PJ). Según analistas, Macri estará pendiente del porcentaje obtenido a nivel nacional, que sería un termómetro para medir cómo podría irle en las elecciones de 2019. Y, pretende quedarse con la provincia de Buenos Aires, donde su candidato, Esteban Bullrich, compite con la ex Presidenta, Cristina Kirchner. Algo que es probable que ocurra según las encuestas.
Las elecciones son una "relegitimación de Mauricio Macri, pensando en si va a haber un Macri para los próximos dos años o para los seis. En los resultados creo que no habrá sorpresas. Se va a ratificar y profundizar lo que vimos en las primarias", dice a La Tercera Graciela Romer, socióloga y directora de la consultora Graciela Romer & Asoc.
"Ganando la elección, Macri avanza hacia un segundo mandato. Para las presidenciales falta mucho tiempo, pero de acuerdo a la historia reciente, quien gana las legislativas tiene muchas posibilidades de ganar la presidenciales", dice el analista político Rosendo Fraga a este diario.
El politólogo Julio Burdman apunta a que el principal desafío del gobierno será ganar nuevas provincias. Debe obtener una victoria en "Santa Fe, algunas provincias de la Patagonia donde no ganó las primarias. Macri debe demostrar que Cambiemos es una fuerza política de alcance nacional. Sería un gran logro que gane 12 o 13 provincias", señala a La Tercera el experto.
No obstante, los dos años de Macri generan una diversidad de opiniones entre la población. A pesar de que en las calles de Buenos Aires la mayoría apoya el actual gobierno, el alza de las tarifas de los servicios, el endeudamiento externo y el desempleo, son preocupaciones que van al alza.
"Estamos cansados de ladrones. Este gobierno va a avanzando como uno decente", dice José María, un jubilado de 75 años que pasa la mañana sentado a un costado de la Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa Rosada. "Las tarifas estuvieron muchos años sin aumento, por eso ahora se notan más", añade. "Lo barato no existe", sentencia.
"Me gusta el gobierno actual, pero está tomando decisiones muy duras. Al gobierno se le está complicando tanto porque está sacando todo lo que el gobierno anterior ocultó ", dice Camila Baravalle, estudiante de 20 años, quien votará por Bullrich. "Ahora están sacando toda la basura que el otro gobierno tenía escondida con planes sociales". "Pero no entiendo por qué hay tanta falta de empleo", dice.
Y es que, según datos del gobierno de Cristina Fernández -los que son cuestionados-, a 2015 existía un 6,6% de desempleo, y hoy la cifra alcanza un 8,7%. El Presidente Macri tuvo que afrontar un primer año con una fuerte recesión y una inflación cercana al 40%. El mandatario subió las tarifas de los servicios básicos, hasta en un 300%. Este año, la pobreza ha ido en alza. Se calcula que aumentó en 1,5 millones de personas desde que Macri asumió el mando.