Esgrimiendo "razones personales", Susana Malcorra anunció hoy su renuncia como canciller argentina. Y lo hizo en una conferencia de prensa en la que también estuvo el Presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete Marcos Peña. Se trata de la partida de una de las funcionarias más importantes del actual Ejecutivo al punto que Macri la apoyó con todo cuando Malcorra se candidateó, sin éxito, para ser la sucesora de Ban Ki Moon como secretaria general de Naciones Unidas.
En su reemplazo al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino quedará Jorge Faurie, actual embajador en París, y quien aparentemente tendrá la misión de mantener la línea establecida desde el inicio del gobierno macrista.
"Tomo una decisión que tiene tensiones entre el orgullo de representar a Argentina y mis responsabilidades familiares. Hace muchos años que con mi familia, que vive en Madrid, estamos separados y los años acumulan la distancia", explicó Susana Malcorra, de 62 años, quien antes de ser ministra, trabajó más de una década en la ONU.
Y como prueba de que la salida de Malcorra no se debió a diferencias con el Presidente, el mismo Macri anunció que "la vamos a extrañar. Ella va a seguir siendo del equipo desde España, donde vivirá". Por su parte, Marcos Peña destacó que "lideramos una etapa de confianza de Argentina con el mundo. Susana va a seguir siendo asesora con rango de ministro del Presidente desde su residencia en España. Va a ser una tarea de juntar a las mejores mentes".
Malcorra dejará su cargo el próximo 12 de junio cuando asumirá Faurie. Así, la ministra saliente mantendrá su agenda e incluso viajará la próxima semana a Estados Unidos. El Presidente Macri "me pidió que forme un consejo asesor para pensar qué hacer hacia adelante. Me ha dicho que hay cuestiones específicas en las que me quiere participando, como la OMC, que tiene muy poco tiempo de rodaje". "Hemos hecho mucho y trabajado mucho. Estamos sentados a la mesa en todos los procesos de decisión. Ahora Jorge agarrará el bastón y seguirá al frente de la cancillería", explicó Susana Malcorra.
El futuro canciller argentino, Jorge Faurie, de 65 años, debería llegar hoy mismo desde París para iniciar el proceso de transición. Se trata de un diplomático de carrera (el cuarto que llega hasta la posición de canciller argentino), pero que se convirtió en un hombre clave en los días del cambio de mando de diciembre de 2015, cuando la entonces saliente Presidenta Cristina Kirchner se negaba a ciertos requerimientos del mandatario entrante, Mauricio Macri. Entonces Faurie se encargó de organizar toda la ceremonia de asunción del nuevo Presidente.
En el pasado fue jefe de protocolo durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), y fue vicecanciller cuando al frente del Ministerio estaba Carlos Ruckauf, durante la Presidencia transitoria de Eduardo Duhalde (2002-2003).
Entre 1989 y 1992 fue ministro consejero en la embajada argentina en Santiago de Chile, por lo que le correspondió ser número dos de la legación diplomática en el mismo período que fue embajador Oscar Spinosa Melo. El entonces embajador transandino "debió abandonar su cargo por supuesta inconducta, debido a que habría sido encontrado en su residencia oficial de Santiago en una actitud que atentaría contra el decoro del cargo que ostentaba", escribió el diario argentino La Nación. Una historia relatada en el libro Impunidad Diplomática.
El diario Clarín aseguró que Faurie "es conocido por su eficacia, su conocimiento del protocolo diplomático, y sus gestos y su fuerte carácter". Respetado y valorado, en la cancillería definen a Faurie como "una máquina de trabajar", según destacó Infobae.