Muchas familias de los 44 tripulantes del submarino argentino desaparecido hace 10 días comenzaron a abandonar la base naval de la ciudad de Mar del Plata, al dar por muertos a los marinos tras la noticia de que la nave habría sufrido una explosión en el Atlántico Sur. Solo unas pocas personas aguardaban novedades en el lugar, a donde el submarino ARA San Juan debió haber llegado a comienzos de esta semana.
A pesar de todo, el operativo de búsqueda seguía a toda máquina. Así lo garantizó el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, en Buenos Aires, 400 kilómetros al norte de la base naval de Mar del Plata. "Vamos a continuar con la búsqueda, especialmente ahora que contamos con todo el apoyo de la comunidad internacional y avances tecnológicos. Esto va a requerir una investigación seria, profunda, que arroje certezas de lo que ha sucedido", dijo en un breve mensaje desde la sede de la Armada, en su primera alocución pública sobre la desaparición de la nave.
"La investigación significa entender que un submarino que se había llevado a reparación de media vida (entre 2008 y 2014) y estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente esta explosión", remarcó Macri, acompañado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad.
El mandatario advirtió que "hasta que no tengamos la información completa, no tenemos que aventurarnos a buscar culpables. Primero hay que tener certidumbre de qué paso y por qué pasó".
"Esperamos dar con el submarino en los próximos días", expresó el jefe de Estado. Finalmente concluyó: "Que quede claro, mi compromiso es con la verdad (...) Vamos a saber la verdad en el tiempo a partir de esa investigación".
Más temprano, el jefe de gabinete Marcos Peña aseveró que "no tenemos registro de información segmentada de la Armada", en medio de especulaciones sobre un malestar del gobierno con el accionar de esa rama de las FF.AA. No obstante, la agencia estatal Télam informó que el Ministerio de Defensa inició 40 sumarios a miembros de la Armada para determinar responsabilidades.
En una entrevista en el canal TN, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, reveló que Macri "está enojado con la situación". "Siempre uno tiene un poco de impotencia con una situación como esta, donde no se sabía bien qué había pasado hasta hoy", aseveró.
En tanto, en su primer boletín diario el portavoz naval, capitán de navío Enrique Balbi, dijo que "al momento no se ha podido detectar su ubicación con todo el esfuerzo desplegado en esta área". "Tenemos que encontrar al submarino en el fondo del mar. La zona es grande, el medio es hostil y es muy difícil la búsqueda", reconoció.
Para reforzar estas tareas se espera la llegada de un avión Antonov ruso con equipamiento, mientras un buque noruego está siendo adaptado en el puerto patagónico de Comodoro Rivadavia para llevar una cámara de rescate submarina de la Armada estadounidense a la zona donde se realizan las operaciones de búsqueda.
Expertos citados por Reuters creen que la nave podría estar sobre el lecho marino hasta a 3.000 metros de profundidad, tras un barrido de la superficie de toda la zona en la que podría encontrarse el submarino, que emitió su última señal a 430 km de la costa de la Patagonia argentina.