"Deseo en 15 días convertirme en su Presidente, en el Presidente de todo el pueblo de Francia, de los patriotas frente a la amenaza de los nacionalistas", aseguró el domingo el candidato centrista Emmanuel Macron, quien arranca en la carrera hacia la segunda vuelta del 7 de mayo como favorito para derrotar a la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen.
El ex ministro estrella de François Hollande intentará durante estos días capitalizar la mayor cantidad de votos posibles de sus rivales, varios de los cuales unieron filas en torno a su candidatura para detener el avance ultraderechista de Le Pen. Macron, de 39 años, ya recibió el apoyo del ex candidato conservador François Fillon y del socialista Benoît Hamon. Espera también poder recibir parte de los votos del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, aunque éste no lo ha apoyado explícitamente.
"Este será el desafío de Macron. Lograr que pueda captar la mayor cantidad de votos posible. Es el hiper favorito y tiene que ver cómo administra ese favoritismo", explicó a La Tercera el académico francés del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Antoine Maillet.
El mayor desafío estará en captar los votos de Mélenchon (19%), cuyos votantes podrían mostrarse reacios a inclinarse por alguien que consideran de la elite financiera. Lo mismo sucede con los votantes de Fillon (19%), cuyos electores provienen de una base mucho más conservadora. "Macron es muy liberal en lo valórico. Fillon tenía una base muy potente que se opuso al matrimonio igualitario en Francia y por lo tanto ellos ven en Macron un representante de una agenda muy liberal. Ahí tiene cierta dificultad para crecer", explica Maillet.
Macron también necesita una sólida base parlamentaria, algo nada fácil si se considera que En Marcha, su partido, vio la luz recién en abril de 2016. Se espera que el conglomerado del ex ministro le "robe" votos clave a los socialistas. Los comicios legislativos tendrán lugar el 11 y 18 de junio. Si los sondeos aciertan sus proyecciones, Macron tiene el camino despejado hacia el Elíseo, pero eso no le garantiza que tenga el apoyo suficiente en la Asamblea Nacional, para poder gobernar.