Se trata del primer discurso de Emmanuel Macron como presidente de Francia ante los legisladores de su país.
Macron prometió en su campaña presentar una vez al año un balance nacional y europeo, modelo de discurso como el que lee el presidente de Estados Unidos ante el Congreso reunido en sesión conjunta de la Cámara de Representantes y del Senado. Incluso en esta oportunidad fue criticado por la oposición y acusado de "americanismo".
Sin embargo, esto no impidió que Macron leyera su discurso que duró una hora, marcado por la impulsión hacia "un camino radicalmente nuevo" y donde se destacó la propuesta de reducción de un tercio de diputados y senadores. De esta manera busca introducir una "dosis de proporcional" para que "todas las sensibilidades (...) estén justamente representadas" en la Asamblea, aunque no detalló su propuestas en cifras. Actualmente hay 577 diputados y 348 senadores.
"Un Parlamento menos numeroso, pero reforzado en medios, es un Parlamento en donde el trabajo es más fluido (...) es un Parlamento que trabaja mejor", aseguró.
En caso que esto no se logre, Macron no descartó la idea de someter a referéndum "si es necesario".
También confirmó la voluntad de levantar el 1 de noviembre el estado de emergencia, vigente en Francia desde los atentados del 2015, y lo sustituirá una ley antiterrorista.
Otro detalle que no estuvo exento de críticas, es el día elegido por el mandatario francés, ya que mañana el primer ministro, Édouard Philippe, pronunciará ante la Asamblea Nacional la llamada declaración de política general y pedirá la confianza de la cámara. Esto podría contraprogramar y socavar la autoridad de Philippe, pero en su defensa, el mismo Elíseo aclaró que el presidente fija las orientaciones y el primer ministro el modo de alcanzarlas.