Completa. Toda. Madonna esencial. Los 80, 90 y 2000. El disco Celebration, que aparece el martes en Chile, trae 34 éxitos que suenan remasterizados y dos temas nuevos.

El ya conocido Celebration, un remozamiento de la música dance de los 90 para no parar de saltar en la pista, producida por el DJ Paul Oakenfold, que la teloneó en Chile. Y Revolver, con menos beats por minuto, más callejero, cierto aire a lo Gwen Stefani y el estilo del rapero Lil Wayne, que acompaña a la diva asegurando que "mi amor es un revólver... ¿Quieres morir feliz?".

Una composición que acompaña a clásicos como el bailable cowboy de Music o Don't tell me, el homenaje a Abba en versión gym y onda disco de Hung up o el aire glamoroso de Vogue.

Canciones que  vienen en el disco junto al ritmo apocalíptico de 4 Minutes y el aire fresco de Holiday y Open your heart. Toda la onda ochentera neoyorquina está con Everybody, Into the groove, Burning up o Borderline. Junto a la la fantasía provocadora de Like a virgin, Express yourself o Material girl.

Madonna en estado de gracia en Like a prayer o Papa don't preach, el hippismo techno de Ray of Light. Hispana en La isla Bonita. Y romántica en Crazy for you o Taka a bow. Entre otras de sus tantas caras.