A pesar de las más de 12 horas de vuelo que separan Malawi y el Reino Unido, la nueva hija adoptiva de Madonna se reunió en Londres con su madre y, casi sin tiempo para descansar, asistió a la primera sesión de Cábala, de la que la cantante es seguidora desde hace varios años.

La nueva hija adoptiva de Madonna, Chifundo "Mercy" James, llegó a Londres el domingo desde Malawi, su país natal y, según informa hoy la prensa británica, fue llevada de inmediato junto a sus hermanastros a una sesión de Cábala, una de las principales corrientes de la mística judía.

Esta polémica decisión ha suscitado duras críticas entre la prensa sensacionalista británica, que censura que la cantante no haya dejado un tiempo prudencial a Mercy para adaptarse al nuevo entorno y asimilar el cambio tan radical que va a dar su vida a partir de ahora.

Según señaló la psicóloga Katherine Fingleton al diario Sunday Mirror, la asistencia de Mercy, de 4 años, a este rito es un "shock cultural" para la pequeña, que "debería ser resguardada de este tipo de actuaciones ante los focos para una mejor adaptación".

Acompañando a la recién llegada Mercy en su iniciación en la fe judía se encontraban también el exmarido de Madonna, Guy Ritchie, y sus tres hermanastros: Lourdes, Rocco y David, de 12, 8 y 3 años, respectivamente.

El pasado 12 de junio, el Tribunal Supremo de Apelaciones de Malawi autorizó la adopción de Mercy, que había sido denegada previamente por los tribunales inferiores, con la total oposición del padre de la menor, James Kambewa.

"Mi Mercy se ha ido. Madonna ha utilizado su poder y su dinero para llevarla, pero mi sangre está en ella. No hay nada que pueda hacer ya", aseguraba el progenitor mientras su hija embarcaba en un avión privado acompañada de una niñera, una enfermera y un miembro de la ONG de la cantante, "Raising Malawi" ("Levantando Malaui").

Muchas asociaciones han denunciado que la adopción ha sido finalmente autorizada gracias a las sumas de dinero que la controvertida cantante estadounidense ha destinado a ayudar al país sudafricano.

Y es que en los últimos tiempos, Madonna ha donado 12 millones de libras (14,2 millones de euros, 19,7 millones de dólares) a seis orfanatos del país, además de ayudar a la compra de zapatos, ropa, libros y telas mosquiteras.

Sin embargo, según el abogado de Madonna en Malawi, Allan Chinula, el Tribunal tan sólo ha tenido en cuenta "el compromiso de la cantante de ayudar a los niños con problemas en el país".

Esta es la segunda adopción que Madonna lleva a cabo en el país africano, tras la del pequeño David Banda en 2006, cuando contaba tan sólo con 13 meses.

También esta adopción levantó polémica en su momento, al ser acusadas las autoridades de Malaui de sortear la ley para permitirla.

Además de Mercy y David, Madonna tiene dos hijos biológicos: Lourdes, fruto de una relación con su ex preparador físico Carlos León, y Rocco, de su matrimonio con Ritchie.