La madre del periodista estadounidense James Foley, ejecutado por el Estado Islámico (EI), dijo que sintió que el caso de su hijo había sido una "molestia" para el Gobierno de Estados Unidos.
Diane Foley contó en una entrevista emitida el jueves por la CNN que se le advirtió a su familia que podría ser acusada si intentaba recaudar dinero para pagar el rescate de su hijo.
También les dijeron que no se intercambiarían prisioneros por Foley, y que el gobierno no llevaría a cabo ninguna acción militar, explicó la madre. Se les pidió que no hablaran con la prensa y que "confiaran en que se harían cargo de ello".
"Como estadounidense, me sentía avergonzada y chocada", dijo Foley.
"Creo que nuestros esfuerzos para liberar a Jim fueron una molestia " para el Gobierno estadounidense, añadió. "Se puede decir que no parecía entrar en nuestros intereses estratégicos".
La muerte del reportero freelance, de 40 años, se hizo pública el 19 de agosto en un vídeo difundido por el EI en el que se ve cómo lo decapitan.
El EI dijo que su ejecución era una respuesta a los ataques aéreos de Estados Unidos contra las posiciones de este grupo yihadista. Una semana después publicaron otra grabación en la que se veía la decapitación de otro reportero norteamericano, Steven Sotloff.
Foley había cubierto las guerras de Afganistán, Libia y Siria para la AFP o el GlobalPost, entre otros. Fue capturado por hombres armados en el norte de Siria en 2012.
"A Jim le habría entristecido. Jim creyó hasta el final que su país lo ayudaría", dijo la madre del reportero.
"Nos dijeron que confiáramos en que sería liberado de alguna manera, de forma milagrosa", dijo Foley. "Y no lo fue".