"El padre de la patria también llora", dice Rolando Báez, curador del Museo Histórico Nacional (MHN), aludiendo a la situación de hijo no reconocido de Bernardo O'Higgins Riquelme, que por estos días se ve resaltada en una de las salas del museo con la exhibición de un carnet actual - al lado del clásico retrato de José Gil de Castro-con la foto del prócer y su nombre: Bernardo Riquelme Riquelme.

Esta es una de las 11 intervenciones con objetos, fotos, piezas audiovisuales y pinturas de la artista Bruna Truffa, que se hacen a la colección permanente del museo, con el fin de generar un diálogo entre la narrativa histórica chilena y el imaginario femenino mestizo asociado a lo sagrado, a partir del libro Madres y Huachos: alegorías del mestizaje chileno, de la antropóloga Sonia Montecinos, que cumple 25 años desde su publicación.

Los ejes temáticos son Madres y Huachos, La virgen madre: emblema de un destino, Mestizaje en Chile y política maternal, con el fin de activar el patrimonio y dar nuevas lecturas simbólicas que se han perdido en la seriedad de los museos. "Lo que interesa es que haya una nueva lectura sobre un escenario común de la historia chilena", dice Báez.

Inaugurada ayer, Madres y Huachos es la segunda mediación del MHN de este año, tiene el apoyo de la U. de Chile y podrá ser vista hasta el 29 de enero. La entrada es liberada de martes a domingo de 10 a las 18 horas.

Además contará con actividades de extensión: el martes 7 de diciembre, a las 18 horas, habrá una visita guiada junto al curador Rolando Báez y, a las 19, un conversatorio con Emma de Ramón y Rodrigo Cánovas. El jueves 5 de enero, a las 19, se llevará a cabo un segundo conversatorio junto a Cecilia Sánchez y Juan Pablo Sutherland. Estas actividades son con previa inscripción en la página del MHN, y tienen una capacidad aproximada para 60 personas.