El juez Alejandro Madrid redactó ayer sus últimos escritos antes de dejar temporalmente el caso Frei Montalva, debido a la recusación que se tramita en su contra. Se trata de las respuestas a la Octava Sala de la Corte de Apelaciones, tribunal que hoy escuchará los alegatos de dos nuevos amparos presentados por los procesados en la resolución que estableció el envenenamiento del ex mandatario.

En uno de sus oficios, el ministro en visita por primera vez aclara algunas de las dudas surgidas tras su resolución emitida el 7 de diciembre pasado, a días de la elección presidencial.

Al abordar el caso del médico Patricio Silva -encausado como autor del homicidio-, Madrid dice que "resulta necesario explicitar que al recurrente se le imputan las omisiones antes señaladas y no el hecho de haber sido él la persona que inoculó sustancias tóxicas no convencionales al paciente que estaba a su cargo".

Con su explicación, el juez descarta que Silva haya sido el autor material del supuesto envenenamiento.

En su procesamiento, el juez establece que Silva junto al ex CNI Raúl Lillo y a ex chofer de Frei Luis Becerra son los autores del homicidio, pero no menciona quién de ellos ni cuándo inyectó en el cuerpo del ex mandatario el talio y el gas mostaza, compuestos que finalmente lo habrían envenenado. Además, de estos tres supuestos autores, sólo el cirujano Silva tenía acceso a la habitación del ex mandatario en su hospitalización en la Clínica Santa María.

Al defender los procesamientos de Becerra y Lillo, Madrid tampoco  señaló que ellos eran los autores materiales del delito, por lo que esa será una interrogante pendiente.

En el caso del ex chofer, el juez también justifica su rol de autor por su calidad de informante de la CNI. Pero agrega que Becerra "infringió su deber de advertir a la víctima acerca de los hechos que se realizaban en torno a su persona y, evidentemente, dicha omisión resulta ser constitutiva de la autoría que se le atribuye".

Este argumento genera una nueva interrogante respecto de si se puede o no sostener que Becerra, en su rol de chofer, tenía un deber de informar de los riesgos, algo que sí podría entenderse en el caso del médico.

En todo caso, es el propio Madrid el que abre la puerta para que Becerra no sea considerado autor del delito, al afirmar que su decisión es "sin perjuicio que el curso de la investigación aporte antecedentes que permitan arribar a otra forma de participación".

SUPREMA ENTRARA AL FONDO
La próxima semana los dos primeros amparos -presentados por Becerra y Lillo y que ya fueron rechazados en Apelaciones- serán revisados por la Segunda Sala del máximo tribunal.

Fuentes judiciales dicen  que si bien el tribunal de alzada rechazó los amparos por razones formales, es casi un hecho que los supremos entrarán al fondo del dictamen de Madrid. Incluso, por la importancia del caso, la sala estará formada por sus miembros titulares Rubén Ballesteros, Carlos Künsemuller, Jaime Rodríguez, Hugo Dolmestch y Nibaldo Segura.

En tanto, ayer el ministro que reemplaza a Madrid en el caso, Mario Rojas, se contactó con los actuarios para determinar si existen diligencias pendientes, por lo que desde hoy tendría los antecedentes en su poder.