Unos 25.000 jóvenes de todo el mundo han dormido ya en las habitaciones del albergue juvenil municipal de Madrid, un centro que los visitantes confunden con un hotel y que abrió sus puertas hace dos años.

La que fuera antigua sede de la Dirección General del Ayuntamiento de Madrid, en la calle Mejía Lequerica, es hoy una escuela de arte dramático, una escuela infantil y un albergue con 25 habitaciones y 132 camas para ofrecer alojamiento y entretenimiento a los turistas.

Poco habitual en este tipo de centros es encontrarse una sala de exposiciones, un gimnasio, una sala de computadores con acceso a internet e incluso una sala de pool, como aquí.

La idea es, según explica otro de los trabajadores del centro, Jong Petitjean, que "la gente que viene no sólo tenga un alojamiento bueno, sino que se diviertan en Madrid", por un precio que oscila entre los 19 (14.800 pesos) y 25 euros (19.500 pesos aproximadamente), según las edades.

Un equipo de animadores incluso enseña a los huéspedes la noche madrileña y el sentido de las "palabras clave" que son según Petitjean, de origen coreano: "sangría" y "tapas".

"Un poquito de todo el planeta" ha pasado por este hotel, que en dos años ha registrado 63.372 estadías y a casi 25.000 huéspedes, jóvenes y extranjeros, en su mayoría, procedentes de Estados Unidos, Sudamérica y Asia, de lo que da cuenta el libro de visitas.

El albergue afronta estos meses la temporada alta con una ocupación del 80%, un 5% inferior eso sí que el año anterior.

Aún así, el albergue municipal, el primero y único que hay en la capital española, cuelga hace días el cartel de "completo" por su alta ocupación.