Con una "parada técnica" en Moscú, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, inició ayer una gira que, además de Rusia, lo llevará a China y a países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), con el objetivo de buscar mejorar las finanzas del país, debilitadas por la caída del valor del crudo.

"Parada técnica en Moscú en el inicio de esta gira presidencial por China, Arabia Saudita, Irán y Argelia", escribió la ministra de Comunicación e Información, Jacqueline Faría, en Twitter, donde puso fotos en las que se ve a Maduro y al vicecanciller de Rusia, Sergey Alexeevich Ryabkov, junto a los ministros venezolanos de Economía, Rodolfo Marco Torres, y de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez.

Antes de emprender su viaje, Maduro dijo que se trata de "una gira muy importante" por China y "varios" países de la Opep "para enfrentar los nuevos proyectos en las circunstancias que tiene nuestra patria de merma de los ingresos producto de la caída estrepitosa de los precios del petróleo". Además de buscar una "estrategia de recuperación" que permita detener la caída de los precios, su intención al visitar países asociados al cartel apunta, subrayó, al "fortalecimiento de la Opep" y a su "unificación en la diversidad".

En el caso de China, Maduro precisó que fue invitado por su par chino, Xi Jinping, quien también lo instó a participar este jueves y viernes en una reunión ministerial de China con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebrará en Beijing. "Vamos a trabajar proyectos diversos para el desarrollo", dijo Maduro sobre su visita a China, el principal financista del gobierno venezolano, que paga las deudas con envíos de petróleo. Según Reuters, Venezuela ha recibido unos US$ 45.000 millones de China en la última década por esta vía.

El problema, según el analista venezolano Moisés Naím, es que Venezuela ya le debe bastante a China, por lo que se está quedando sin garantías, y ahora "falta ver qué entrega en este viaje el Presidente Maduro a China", afirmó Naím a RCN La Radio. A través de Twitter, el economista Asdrúbal Oliveros dijo que "China podría prestarnos entre US$ 4.000 y US$ 5.000 millones", pero advierte que "las necesidades en divisas superan los US$ 20 mil millones".

El precio del barril de petróleo venezolano bajó la semana pasada a US$ 47,05 y cerró el año con un promedio de US$ 88,42, esto es 10 dólares menos que en 2013 (US$ 98,08), informó ayer el Ministerio de Petróleo. En 2012 el promedio fue de US$ 103,42. La caída del crudo reduce drásticamente los ingresos de Venezuela, en un momento delicado, con una economía en recesión, una inflación prevista de 64% para 2014 y una gran escasez de productos básicos, además de la permanente crisis política.

Para el presupuesto 2015, el crudo fue estimado en US$ 60 por barril, lo que ha llevado al gobierno a recortar el gasto. Estudios privados señalan que el país necesitaría un precio cercano a US$ 120 por barril para balancear sus cuentas. Maduro reiteró que considera que el precio justo es de US$ 100.

Edgar C. Otálvora, consultor y analista venezolano de política latinoamericana, explicó a La Tercera que "la visita a Irán y Argelia es en procura de armar una alianza dentro de la Opep para convocar a una reunión extraordinaria en los próximos meses para presionar una baja en la producción". Sin embargo, en la reunión de noviembre, se impuso la tesis de Arabia Saudita, que considera que la Opep debe mantener sus cuotas actuales y esperar a que el mercado se estabilice "por sí mismo". "El gobierno de Maduro ha tocado varias veces esa puerta lo cual no ha cambiado ni hará cambiar la posición saudita", advirtió Otálvora.