A través de una carta, Magdalena Piñera defendió el denominado "Museo de la Democracia", iniciativa impulsada por Sebastián Piñera en el marco de su campaña presidencial.
Las declaraciones de la hija del ex mandatario se dan en respuesta al abogado Axel Buchheister quien en una columna publicada por La Tercera aseguró que "el museo no contendrá ni un símbolo, sílaba escrita o exhibida, u objeto que huela a derecha; o para ser más exactos, del modelo que le cambió la cara a este país, generando un nivel de bienestar y oportunidades sin precedentes en nuestra historia. No, se trata una vez más de cortejar y tratar de agradar a la izquierda, y creer que con eso caerán seducidos y se declararán dispuestos a colaborar con el flamante nuevo gobierno".
Al respecto, Magdalena Piñera aseveró que "el Museo de la Democracia busca que como país seamos capaces de recordar nuestra valiosa y temprana tradición democrática como nación y el más de cuarto de siglo de sana vida democrática y republicana desde que, a través de una transición ejemplar, con la participación la inmensa mayoría de los chilenos y reconocida en el mundo entero, Chile recuperó su democracia y creció política, económica y socialmente, gracias al poder del dialogo, los acuerdos y la amistad cívica, para construir, entre todos, un país mejor.
"En este escenario recordamos a grandes figuras de la centro derecha, como Ricardo Rivadeneira, Francisco Bulnes, Sergio Onofre Jarpa, Andrés Allamand, Alberto Espina, Fernando Léniz, y tantos otros, como el propio Sebastian Piñera, quien, como senador y presidente de RN, fue un actor relevante para lograr importantes y trascendentes acuerdos, para consolidar la democracia y la economía social de mercado, con la entonces Concertación", acotó.
En esta línea, la hija del candidato presidencial de Chile Vamos indicó que "es justamente este sentido de dialogo, acuerdos y trabajo político conjunto, el que tanta falta le hace a Chile hoy, y que tanto anhelan sus ciudadanos. La soberbia que abunda hoy en algunos políticos de izquierda, no ha hecho más que dividir y confrontacionar a nuestro país. Chile merece y necesita hoy políticos que construyan puentes que nos unan y no muros que nos dividan. Recordar nuestra historia democrática, partiendo por la recuperación de la misma, es un imperativo moral y ético, además de un lugar educativo por excelencia para nuestros niños y jóvenes".
"El Museo Histórico Nacional termina su recorrido con los anteojos del ex Presiente Allende. Acaso ¿ahí termina nuestra historia? El Museo de la Democracia justamente busca decir que en Chile la historia no termina el año 1973. Si así fuera, seríamos un país fracasado y sin memoria. Hoy los chilenos, más que nunca, queremos mirar el futuro y retomar la senda del dialogo, los acuerdos y la fraternidad", culminó.