El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, no descartó llevar a cabo movilizaciones a nivel nacional, ante los eventuales despidos en que podrán incurrir los directores de los establecimientos -que por ley pueden desvincular al 5% de la planta peor evaluada- tras conocerse los resultados de la evaluación docente, que arrojó que un 36% del profesorado obtuvo un nivel insatisfactorio.
"Nosotros vamos a aprobar un plan, donde van iniciativas de menos a más, donde vamos a ir sumando voluntades, creando un movimiento con otros sectores (estudiantes y apoderados) y evidentemente que esto va a generar un estado de agitación y movilización evidente dentro del primer semestre en el ámbito educacional", expresó Gajardo.
Al mismo tiempo, añadió que "se está abusando demasiado de la buena voluntad del gremio, porque si usted une esto (los resultados de la evaluación docente) a los bajos sueldos, a carencias de una carrera profesional y a todo lo que viene con seguir con la privatización y los cambios en la administración, evidentemente que van a crear una situación muy complicada".
Por ello, agregó, "nos vamos a preparar para la gran batalla que se va a dar respecto al cambio de la administración educacional y eso significa que vamos a preparar un plan, para salir al paso de los proyectos de privatización y terminar con la municipalización".
Respecto a generar una movilización importante a nivel nacional, como lo que fue la llamada Revolución Pingüina, para exigir los cambios que el Magisterio demanda, Gajardo dijo que "no lo descartaría".
CRITICAS A LA EVALUACION DOCENTE
Para el titular del Magisterio, los resultados de la última evaluación docente no difieren en gran medida a los de los años anteriores. No obstante, dice que tras la aplicación de la ley de calidad y equidad de la Educación, se "homologa" a los profesores con resultados insuficientes con los calificados como básicos, "entonces todos ellos quedan en una especie de cuestionamiento", precisó.
A su juicio, "el gobierno y el Ministerio de Educación están estirando demasiado la cuerda, porque someter a presión, dejar en una zona roja y homologar esto de insuficiente y básico, cerrar el camino a lo que es superar las deficiencias, evidentemente que están presionando al máximo la situación y puede ir encubando un sistema de frustración y una rebeldía dentro del Magisterio, que puede traer consecuencias muy fuertes".
Según Gajardo, esto genera un "retroceso, en cuanto a que (si bien) se avanza en lo que es una evaluación docente formativa -que es lo que fue el espíritu original de este sistema de evaluación- se va transitando de ese sistema, a un sistema de evaluación docente punitiva".
Respecto a los resultados por región que arrojó la evaluación, Gajardo explicó que la disparidad que existe entre cada una de ellas, "es parte de lo heterogéneo y de lo disímil que es la realidad del profesorado en el país, donde hay sectores que pueden perfeccionarse más".
"También tiene que ver con la formación universitaria y evidentemente que hay una calidad distinta entre la formación en regiones, con respecto a la formación en la Región Metropolitana o las regiones más grandes" y es "responsabilidad del Estado" reforzar la formación de docentes, sentenció.