Una regulación adversa y los altos costos de financiamiento impiden el desarrollo de las energías renovables en Chile, mientras el gobierno favorece las fuentes convencionales, aseguró la firma irlandesa Mainstream Renewable Power.

Ello pone en duda la meta original del gobierno de lograr que la matriz energética de Chile tenga un 20% de su componente con fuentes limpias para fines de la década, como parte de los planes del país de ampliar su matriz ante una creciente estrechez de suministro.

"Tenemos bastantes dudas de que con el actual marco regulatorio se pueda cumplir ese plan", dijo a Reuters José Ignacio Escobar, gerente general en Chile de Mainstream, que prevé inversiones en el país por unos US$1.000 millones en cinco años.

Actualmente las energías renovables no convencionales representan menos del 5% de la matriz. La firma -con un proyecto en desarrollo paralizado, otro pendiente de aprobación y dos más para someter a aceptación este año- considera que las iniciativas no convencionales están en desventaja frente a los generadores tradicionales de energía hídrica y térmica.

El ejecutivo dijo que los actuales generadores mantienen contratos de largo plazo con grandes clientes como las mineras, que restan competitividad a nuevos actores, mientras que aquellos que producen con combustibles provocan el encarecimiento de proyectos vinculados a energías renovables.

Escobar dijo que aunque en el mercado spot el precio de la energía puede estar alto, la volatilidad que producen las variaciones en los precios de combustibles fósiles a las generadoras, aumentan el riesgo financiero de cualquier proyecto eléctrico, haciéndolos no financiables.

Además opinó que las autoridades deben realizar ajustes a las normativas vigentes y crear mecanismos de promoción si en realidad desean hacer viable una menor dependencia de los combustibles fósiles y reducir la huella de carbono.

"Se requieren mecanismos, que no son subsidios, que permitan que los proyectos de energía renovables obtengan un precio estable en el tiempo, que sea un precio competitivo", opinó el ejecutivo. Escobar rechazó los argumentos esbozados por el gobierno de que el desarrollo de energías renovables para las necesidades de los próximos años podría ser más costoso y que no se contaría con tiempo suficiente para disponer de esa energía.

"Existen en Chile los proyectos y las empresas dispuestas a invertir en un período incluso más corto que al 2020, igual o mayor cantidad de megavatios para cumplir con esa meta e incluso superarla", afirmó el gerente de Mainstream.

PROYECTOS EN CHILE
El Gobierno chileno ha afirmado la necesidad de lograr un rápido y diversificado desarrollo de la matriz energética, aunque ha señalado que las no convencionales tienen desventajas comparativas en la relación inversión-generación y ha puesto en duda que se cumpla el objetivo al 2020. "Han un poco disminuido el apoyo (a la energía renovable) en favor de seguir con el escenario actual", acotó Escobar.

Mainstream -con proyectos, entre solares y eólicos, para generar al menos 1.500 megavatios- pidió esta semana luz verde para la construcción del parque eólico Ckani, que aportaría 240 megavatios al sistema energético del norte, donde operan los mayores productores de cobre del mundo

Además, la firma prevé introducir este año dos nuevos proyectos, de los que Escobar declinó precisar detalles, con el objetivo de tener listas las evaluaciones ambientales a fines de este año o inicios del 2012

Sin embargo, Mainstream no ha podido avanzar en su proyecto de 36 megavatios Laguna Verde, de US$50 millones en la región central del país y que ya tiene su declaración ambiental, por falta de viabilidad comercial.