—Por estos días, la prensa y sus cientos de fanáticos siguen cada uno de sus pasos por Viña del Mar. ¿Se esperaba este revuelo?
—La verdad, no me imaginaba que fuera a tal magnitud. Yo sabía que tenía gran cantidad de fanáticos aquí en Chile y un gran movimiento de mi carrera musical, pero me han sorprendido con su cariño, definitivamente me siento como en casa, incluso mejor porque ni en mi casa me atienden tan bien.
—¿No lo ha abrumado a ratos?
—No, me la paso muy bien y trato de compartir con los fanáticos cuando tengo la oportunidad, que es lo más importante. Estoy ahora en Viña y no sé cuando pueda volver a cantar aquí, entonces creo que es el momento para gozármela al máximo.
—¿Estaba al tanto de que el rol de jurado implicaba mucho trabajo y quedarse en la Quinta Vergara hasta la madrugada?
—No sabía que era hasta tan tarde (ríe). Y sí, ha sido difícil, porque al otro día siempre hay cosas que hacer y después volver en la noche. Aparte el viernes (mañana) tengo el concierto entonces sí se hace pesado, pero vale la pena. La estoy pasando increíble y con los jurados ha andado todo muy bien, somos compañeros, nos apreciamos y nos tenemos mucho respeto entre nosotros. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida estar acá en Viña.
—Pese a su primer sencillo lo lanzó en 2011, en el último par de años su ascenso artístico y su éxito parecen imparables. ¿Cuál cree que ha sido el gran factor que ha provocado su explosivo fenómeno en la música latinoamericana del último tiempo?
—Creo que lo principal ha sido la música. Hemos sacado canciones que han sido del agrado del público y eso no es fácil, leer la mente de la gente y saber qué quiere escuchar realmente. Los grandes juntes (featurings) con los otros artistas han sido un bombazo también. Shakira, Thalia, Ricky Martin y Carlos Vives me han dado la oportunidad de ser parte de su producción y eso lo agradezco desde el fondo de mi corazón. Y un gran equipo de trabajo que está detrás de mí, que cuida mis pasos y hace que todos estos sueños los podamos materializar.
—¿Cómo maneja el tema de las colaboraciones con artistas tan populares? ¿Nunca ha pensado que la gente lo pueda asociar a cierto artista sin poder verlo como una figura independiente?
—Creo que todos los momentos de mi carrera han sido muy especiales, tanto las colaboraciones como las canciones que he sacado solo. Todas han llegado en el momento indicado. Lo mismo con Viña: el año pasado me quedé con las ganas de venir pero pensaba que todo tenía que darse en el momento indicado, y mira la sorpresa que me llevé, ahora soy jurado y voy a dar un gran concierto, así que estoy muy agradecido.
—Durante la última década, el género urbano ha sido el más popular en el Festival de Viña del Mar. ¿Qué similitudes y diferencias cree que tiene con nombres como Daddy Yankee, Don Omar o Wisin?
—Yo creo que todos somos arriesgados en cierta forma, todos somos soñadores porque pocas personas creyeron en nosotros. Y en cuanto a los rasgos que nos diferencian creo que son muchos. Por sobre todo, ninguno de ellos es contemporáneo conmigo, yo soy de otra época y me crié escuchándolos. Tengo muchas historias con Wisin y Yandel, cuando iban a Medellín yo tenía que pedir plata afuera de la plaza de toros para entrar a sus conciertos. Eso se los he contado a ellos y es muy bonito poder compartir ahora esas historias, porque ellos saben que he luchado por mi carrera musical. Sin embargo, no somos contemporáneos y venimos de generaciones diferentes.
—En los últimos 20 años, la música colombiana se ha posicionado como una de las más populares y exitosas de Latinoamérica. Proyectando su carrera a futuro, ¿se ve como un sucesor de estrellas como Shakira o Juanes?
—Es una gran responsabilidad. Estoy aquí representando a Colombia y debo hacerlo de la mejor manera, dar un gran concierto, que la gente disfrute el show tanto como yo. Pero no me veo como un sucesor, creo que todos somos diferentes aunque vengamos del mismo país.
—¿Qué piensa de las opiniones, incluyendo la de una organización chilena, que tildan su canción Cuatro Babys de misógina y sexista?
—No me atrevo a hablar tanto del tema, pero lo que me gustaría es que las noticias buenas se multiplicaran tanto como las supuestamente negativas. Me da pena que le pongan mas atención a una canción que a niños muriéndose de hambre en la calle. Obviamente es muy fácil levantar el dedo y juzgar, porque la gente no sabe cómo esto repercute en los artistas, en las familias de los artistas, porque uno es también de carne y hueso. Pero me quedo con que la canción ha sido un éxito, logró llegar a un público más underground que era lo que yo quería, convertirse en un tema importante del género trap. Tiene millones de reproducciones en internet y eso es por algo, no sólo por la polémica. En ese sentido también tengo que agradecer a mis fanáticos, que han estado conmigo en cada decisión que he tomado en mi carrera.
—¿Piensa que esto tiene algo que ver con el reggaetón en general, que se sigue viendo como un género machista y frívolo?
—No solamente el género urbano. Si canciones como Cuatro babys las quieren retirar de las plataformas digitales, tendrían que retirar muchas canciones más. Hay muchas canciones en Latinoamérica que tienen letras más fuertes.
—En marzo iniciará su primera gira a gran escala por Estados Unidos. ¿Siente que figuras de su popularidad deben alzar la voz contra las virulentas críticas hacia los inmigrantes que ha realizado el presidente de ese país, Donald Trump?
—No me gusta hacer bandera política ni de religión. Lo único que tengo para decir es que los latinos nos tenemos que unir y ser fuertes en cada situación que se nos presente, tenemos que estar unidos y representar esta raza.