El ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó esta mañana que la campaña de prevención del sida difundida por el gobierno "ha cumplido completamente su objetivo", ya que gracias a los spots publicitarios la campaña ha dado que hablar.

"La gente ha visto esto, ha visitado la página, la campaña ha logrado completamente su objetivo, eso no lo discuto. La gente hoy día piensa en el sida de nuevo gracias a esta campaña", afirmó el ministro en entrevista a radio Biobío.

Sin embargo, pese a reconocer que la campaña ha generado ruido, se manifestó contrario a realizar campañas publicitarias anuales alusivas al tema del sida, ya que en su opinión lo que se requiere es un "trabajo constante".

"La idea de una campaña anual del sida con un costo 'equis' es un fetiche que deberíamos abandonar. La lucha contra el sida requiere un trabajo constante, requiere una inversión constante, y al final de cuentas se transforma esto en un momento en que se elaboran viñetas de marketing y se analizan desde el punto de vista estético, a ver si ganarían un premio no se donde no se cual, si son suficientemente explícitos o no explícitos", afirmó

A juicio del ministro, "la pregunta clave es esta: ¿Las campañas del sida que hemos tenido hasta ahora han contribuido desde el punto de vista sanitario? Y la respuesta es categórica: No, no han contribuido".

Según Mañalich, esto se explica porque estas "son campañas absurdas, en el sentido de que una cosa que debería estar focalizada en un segmento determinado de la población de altísimo riesgo de contraer o contagiar la enfermedad, que requiere un despliegue constante todos los días del año, no dar un examen con una campaña una vez al mes, es algo que en lo personal creo que es un esfuerzo absurdo".

Consultado sobre por qué se siguen realizando estas campañas, el titular de Salud respondió que esto es "porque estamos obligados reglamentariamente a hacerlas", y anunció que "nosotros vamos a intentar de hacer un cambio en eso ahora, porque nos parece mucho mejor destino (para) estos 360 millones de pesos".

Finalmente, el ministro postuló que una buena manera de tomar conciencia del problema del sida es que todos los ciudadanos deban realizarse el examen de manera obligatoria, algo que hasta el momento no está permitido por la ley.

"A mí me parece que lo esencial es que toda persona en Chile deberíamos hacernos un examen de HIV a un periodo regular, una vez al año, una vez cada dos años. La ley no permite que sea en forma obligatoria, (pero) a mí me gustaría que fuera de forma obligatoria, tal como son otros exámenes de salud pública. Porque aquí hay un balance muy delicado entre el bien común y el bien individual, como siempre ocurre en salud pública", dijo.