El trasplante número 99 que se iba a realizar en el Instituto Nacional del Tórax, no pudo llevarse a cabo por la ausencia de anestesistas en el recinto que realizaran la cirugía, lo que concluyó en que se excediera el tiempo de preservación del órgano y quedara inutilizable.

Frente a esta situación, esta mañana desde La Moneda, el ministro de Salud Jaime Mañalich señaló que "pedimos perdón a esa familia tanto de donantes como de receptores por esto que ha ocurrido", dijo.

Según el secretario de Estado, "lo que ocurrió ayer fue que habiendo cirujanos, habiendo pabellón, habiendo todas las facilidades para haber podido trasplantar a este paciente y haber dado buen uso, finalmente se perdieron", agregó.

"Realmente es una vergüenza para nuestro programa de trasplante por el cual hemos trabajado intensamente todos estos años", recalcó.

Para el ministro, "desgraciadamente en este hospital es muy difícil trabajar en horario extendido, a pesar de ser un centro de trasplante de referencia nacional, porque ha habido una dificultad permanente con los anestesistas que trabajan allí y que no han permitido que entren otros profesionales", indicó.

En cuanto a las medidas que se deban tomar frente al caso, Mañalich aclaró que "debe tomarlas el director del hospital conjunto el subsecretario de redes asistenciales, Luis Castillo, entiendo que es un tema que van a conversar hoy", mencionó.